Los juguetes sensoriales antiestrés y educativos pueden ser una buena ayuda para los padres preocupados por el aumento de la ansiedad en los niños
Todos los seres humanos en algún momento nos estresamos y tenemos nuestras preocupaciones, ansiedades, esto es algo normal e incluso es necesario tener algo de ansiedad para realizar nuestras actividades, trabajos, y más.
Los niños también la presentan de manera natural, incluso se dice que el nacimiento es el primer y mayor estrés que sufre un bebé. Pero actualmente nos enfrentamos con el problema de que hay muchos más estímulos que antes, los cuales fomentan una ansiedad excesiva en los niños, y no es sana.
En diálogo con Aleteia, la licenciada en Psicología María Victoria Scherschener, explica sobre la ansiedad en niños:
«La ansiedad es un conjunto de preocupaciones, una respuesta adaptativa que nos ayuda a ponernos alerta frente a posibles amenazas, por lo tanto todos lo experimentamos y es sano tener cierto nivel de ansiedad o preocupación porque nos ayuda por ejemplo a dar un examen, en una entrevista de trabajo. Sin embargo, cuando el niño presenta una ansiedad elevada y mantenida en el tiempo ya no es bueno».
Buscar recursos
Si encontramos que nuestro hijo presenta ansiedad excesiva podemos buscar apoyo consultando a su médico tratante para que nos oriente.
El equipo de apoyo del Colegio Salesiano Oratorio Don Bosco de Chile, por ejemplo, brinda 10 consejos a los padres de hijos que sufren ansiedad que pueden ser de ayuda, en un video de youtube:
Estos consejos se dan porque los trastornos de ansiedad y estrés en niños se ha incrementado durante la pandemia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niveles de estrés y ansiedad en la población aumentaron durante este período de pandemia, especialmente con el confinamiento.
«Hoy por hoy hay más estímulos que fomentan la ansiedad en los niños que antes, por lo se ven más niños con trastornos de ansiedad específica, ansiedad social por separación, ansiedad postraumática, ansiedad obsesiva. Asimismo, la pandemia ha generado en los niños mucha más ansiedad, esto se ve con frecuencia en la rutina de los padres, que trabajan padre y madre, ambos, no están en la casa en todo el día y dejan a sus hijos con un cuidador o con otra persona, esto obviamente les genera ansiedad a los niños», dice Sherschener.
Un juego para calmar el estrés y la ansiedad en niños
Frente a estos trastornos la industria siempre está atenta y busca crear juegos que ayuden a mejorarlos o a sobrellevarlos de la mejor manera posible.
Es así que se han puesto de moda principalmente en los niños y jóvenes los juegos sensoriales antiestrés, conocidos como fidget toys, como los Pop it, mochi esponjoso, dedo sensorial, spinners, noodles o fideos elásticos, cuerdas elásticas texturizadas, entre muchos más.
Uno de los más buscados actualmente por los pequeños es Pop it que se puso de moda en la red social Tik Tok. Se trata de un juguete de silicona que sirve para aplastar burbujas de un lado y del otro.
Si hacemos memoria es lo mismo que hacíamos muchos de pequeños con el film alveolar o popularmente conocido como bolsas de burbujas que traían como envoltorio algunos paquetes. Los hacíamos estallar porque era divertido y relajante, esto es igual a lo que hacen los niños hoy con el Pop it.
Este juguete nació supuestamente como herramienta para controlar el estrés, pero también es recomendado para niños con Trastorno de Atención (TDA); Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH); problemas motores, problemas sensoriales, déficit de relaciones sociales, entre otros.
Hasta el momento estos juegos sensoriales no se han sometido a una investigación científica rigurosa. Por tanto, no está demostrado científicamente sus supuestos beneficios; a pesar de ello, sus diferentes colores y texturas pueden contribuir a estimular el sistema visual y táctil.
Pero podemos beneficiarnos de otra manera, por ejemplo, puede servir para aprender jugando.
Aprender jugando
Ya lo decía San Juan Bosco, que el juego es muy importante para los niños y además ayuda al aprendizaje en clase.
“A los chicos hay que atraerlos con lo que a ellos más les gusta: el juego. ¿De qué otra manera se les podía alejar de los peligros de la calle? “Que los educadores amen lo que agrada a los jóvenes (el juego, el deporte, la música); y los jóvenes amarán lo que les gusta a sus educadores (la disciplina, el estudio, la catequesis)”.
Pues sí este juego sensorial también puede ser utilizado con fines educativos, es útil como refuerzo en distintas materias como lengua, matemáticas, ortografía, entre otras.
Es por ello que algunos maestros enseñan a través de sus cuentas de Instagram a utilizar plantillas para el Pop it y así aprender de una forma más divertida.
Se puede encontrar plantillas para practicar ortografía, en @elpuputrespecial, o plantillas para hacer un repaso de lengua @educandojuego, o trabajar y generalizar fonemas con plantillas “descubre el intruso” en @maestros_audicion_y_lenguaje.
Es un un buen recurso para trabajar también la Matemática; por ejemplo haciendo sumas y restas, o la conciencia fonológica, contando las sílabas, puedes ver un video de ejemplo en @mestraambclasse.
Fuente: María Eugenia Brun
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