El primer exoesqueleto robótico del mundo para niños es español: así se ha desarrollado
Además de ingeniera industrial y doctora en robótica, Elena García Armada es la científica española que ha creado el primer exoesqueleto robótico adaptable del mundo para niños. Este hallazgo le ha valido la nominación como finalista al Premio Inventor Europeo 2022, que la Oficina Europea de Patentes ha anunciado este martes. El prestigioso premio reconoce las invenciones basadas en avances en la ciencia de vanguardia, y los ganadores se darán a conocer en una ceremonia que se retransmitirá en streaming el próximo 21 de junio.
Una idea inspiradora
Hasta hace casi tres lustros, las investigaciones de García se habían centrado en el desarrollo de exoesqueletos para los trabajadores de la industria pesada. Sin embargo, un día Daniela, una niña con parálisis tras un accidente de tráfico, le dio la idea de empezar a investigar en este tipo de tecnología orientada a niños.
Sin embargo, este exoesqueleto se encuentra totalmente a la vanguardia tecnológica de la innovación médica, ya que permite que los niños en silla de ruedas caminen durante las sesiones de rehabilitación y reduce la degradación muscular y las complicaciones médicas derivadas.
El exoesqueleto nominado al Premio Inventor Europeo 2022 consiste en un traje de titanio que se ajusta al cuerpo del paciente. Va conectado a una batería que alimenta una red de pequeños motores con sensores, que a su vez funciona mediante un complejo software. Todos estos componentes funcionan como si fuesen articulaciones mecánicas que se ajustan a la estructura ósea y captan movimientos sutiles al mismo tiempo que es capaz de amortiguar golpes repentinos.
Este diseño favorece que el tratamiento para cada niño sea personalizado, y permite evolucionar al mismo paso que lo hace el paciente a través de su rehabilitación. Además, otro de los avances es la rapidez con la que el exoesqueleto se ajusta: menos de ocho minutos para niños de entre tres y 10 años.
Caminar por primera vez
Daniela fue la primera paciente que probó los prototipos del exoesqueleto, y después de ella otros muchos niños pudieron sentir lo que era caminar por primera vez en su vida, algo que les acarreó también mejoras a nivel de salud mental, aportándoles mayor bienestar emocional, lo que provocó que algunos mejorasen incluso su rendimiento escolar.
Cuando el éxito del exoesqueleto fue patente, decenas de padres de todo el mundo contactaron con la científica española pidiéndole ayuda, por lo que se decidió a fundar la empresa Marsi Bionics y a empezar a fabricar prototipos. La primera patente, en el año 2013, ya incluyó actuadores elásticos y articulaciones con firmeza ajustable que responden a movimientos musculares sutiles.
Después llegó una mejora que permite que el exoesqueleto se pueda adaptar a diferentes condiciones médicas y propiedades físicas del cuerpo. Y el éxito del invento ha sido ostensible, ya que en la actualidad está en uso en centros de rehabilitación y hospitales de toda la UE, y se espera que siga expandiendo fronteras.
Fuente: Muy Intersante MuyInteresante.es