Sistema B es una organización regional, parte de un movimiento global liderado por B Lab, que cree que las empresas pueden ser agentes de cambio, que utilicen la fuerza del mercado para generar soluciones a problemáticas socio-ambientales actuales. La organización trabaja hace más de 10 años en Argentina. Existen más de 1.000 empresas certificadas en América Latina y más de 7.000 en todo el mundo.
Arias explicó que el movimiento de Empresas B tuvo sus inicios en 2012, y que para el año 2014 comenzó a tomar relevancia. “En aquel entonces, hablar de sostenibilidad y triple impacto era innovador y aspiracional, aunque también generaba cierto temor en algunas personas. Sin embargo, a medida que las primeras Empresas B se certificaban, encontraron un sentido de pertenencia y se identificaron con una transformación más allá de lo individual”.
Agregó que la certificación como Empresa B se convirtió en una herramienta para que estas organizaciones demostraran su compromiso con el bienestar social y ambiental. “Alrededor del 2019, por primera vez, se desarrolló una propuesta de valor clara para las Empresas B, lo que impulsó aún más su crecimiento y adhesión”. Para Arias, el crecimiento del movimiento de Empresas B ha sido exponencial, y ello se ve reflejado en que actualmente se celebran 200 empresas certificadas. “Esto muestra cómo las compañías han abrazado el cambio de mentalidad y han decidido no solo ser rentables, sino también preocuparse por la sociedad y el medio ambiente”.
Con respecto al futuro se proponen metas ambiciosas. El objetivo del movimiento de Empresas B es transformar el sistema económico actual. Si bien consideran que las 200 empresas certificadas son un gran logro, el movimiento aspira a que todas las empresas adopten un enfoque de triple impacto positivo. “Para acelerar este proceso, es necesario el reconocimiento legal de las empresas de triple impacto mediante la aprobación de leyes que impulsen el cambio”, concluyó Arias.
Nespresso: la certificación como camino de mejora continua
Durante la presentación también expusieron ejecutivos de Nespresso, marca que obtuvo la certificación global como Empresa B en 2022.
“Para Nespresso, la certificación no es un fin en sí mismo, sino un camino de mejora continua. El reconocimiento ha servido como una guía para identificar oportunidades de crecimiento y perfeccionamiento en el negocio”, afirmó Sandro Ribeiro, Business Executive Officer de Nespresso Argentina.
Ribeiro además destacó la importancia de contar con una red de colaboración. “El proceso de certificación ha abierto puertas para crear un networking valioso con otras compañías. La colaboración entre empresas comprometidas con el triple impacto permite crear sinergias y abordar juntos los desafíos comunes que enfrenta el sector. Este intercambio de conocimientos y experiencias enriquece a todos los involucrados y fortalece el impacto positivo que pueden generar en la sociedad y el medio ambiente”, concluyó.
Por su parte, Eugenia Ybarra, Customer Care & Services Manager de Nespresso Argentina, explicó que «la decisión de obtener la certificación B fue un paso valiente para la empresa. En lugar de limitarse a la certificación en un solo mercado, nuestra empresa decidió llevar a cabo el proceso en todos los mercados en los que operaba. Esto supuso un desafío significativo, ya que implicaba exponerse a una auditoría exhaustiva que destacaría tanto los aspectos positivos como las áreas de mejora. Porque la certificación B requiere que las empresas demuestren sus prácticas sostenibles y se responsabilicen de sus impactos«.
Ybarra también destacó el cambio de “mindset” que requiere la sostenibilidad. “El proceso de certificación B trajo consigo un cambio significativo en el pensamiento de la empresa. Se comenzó a pensar en términos de triple impacto: cómo las acciones afectan a las personas, el medio ambiente y la sociedad en general. Esta nueva perspectiva se reflejó en la formulación de objetivos para todos los empleados, enfocándose en la sostenibilidad en cada nivel de la organización”.
A futuro, Ybarra explicó que “a pesar de haber obtenido la certificación B, la empresa reconoce que el camino hacia la sostenibilidad es continuo. La recertificación está programada para 2025, pero esto no significa que no haya trabajo por hacer en el ínterin. Cada área de la empresa, desde finanzas hasta recursos humanos y operaciones, tiene sus desafíos y objetivos específicos para seguir avanzando en su compromiso con la sostenibilidad”.
Trasa: el impacto positivo a través de la Inclusión Financiera
Desde la empresa Trasa explicaron cómo trabajan la Inclusión Financiera mediante la instalación de cajeros automáticos en zonas vulnerables.
“Nuestro propósito es llevar inclusión financiera a todas las personas, especialmente a aquellos que residen en barrios populares y comunidades desfavorecidas. A lo largo de los años, hemos trabajado arduamente para instalar cajeros automáticos en estas áreas, brindando servicios financieros y mejorando la calidad de vida de miles de familias”, afirmó Ricky Minicucci, Fundador de Trasa.
También hizo mención a la reciente incursión de la empresa en el Mercado de Capitales. «Hace un año, decidimos explorar nuevas formas de financiamiento para continuar con nuestra labor. Nos propusimos ser la primera Empresa B en lanzar una emisión negociable social en el mercado de capitales. Trabajamos con diferentes actores, como Beccar Varela, Banco Galicia, y la certificadora SMS, para lograrlo«, explicó. Y agregó que “la emisión de deuda de 30 millones de pesos superó nuestras expectativas, con ofertas que llegaron a ser cinco veces mayores. Este éxito nos permitió obtener fondos para construir más unidades y cajeros automáticos en barrios populares, así como unidades modulares de inclusión financiera”.
Fernando Charadía, Responsable Triple Impacto en Trasa, también se refirió a cómo esta iniciativa no solo es un negocio rentable sino también una forma de igualar oportunidades para las personas que viven en comunidades vulnerables. Destacó también la importancia de que otras empresas se comprometan a crear productos y servicios que atiendan las necesidades de estas poblaciones.
«El enfoque de triple impacto es un desafío en sí mismo, ya que implica ir más allá de medir el éxito únicamente en términos de ganancias económicas. Es necesario crear indicadores que midan el impacto social y ambiental de los proyectos implementados en estas comunidades. Para lograrlo, una de las estrategias clave es dejar de ver a otras empresas como competidoras y, en cambio, establecer alianzas para llevar servicios conjuntos a las poblaciones en situación de vulnerabilidad. Compartir conocimientos y recursos puede tener un impacto significativo en la mejora de las condiciones de vida en los barrios populares”. Y finalizó diciendo que “el compromiso social de las empresas no es un camino fácil, pero es fundamental para construir una sociedad más justa y equitativa. Es importante que las empresas tomen conciencia de su papel en la sociedad y consideren cómo sus acciones pueden contribuir positivamente al bienestar de la comunidad”.
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Así lo afirmó Marina Arias, Directora Ejecutiva de Sistema B en Argentina, con motivo del anuncio de que ya existen 200 Empresas B certificadas en el país. La necesidad del reconocimiento legal de las empresas de triple impacto. La mirada de Nespresso y Trasa.
Fuente: pablo.leidi ComunicarSe