En primavera se desatan una serie de alergias denominadas estacionales, paralelamente crecen cada vez son más los casos de alergias de tipo alimentarias y de carácter crónico. ¿Otro problema de los tiempos actuales? la psiconeuroinmunoendocrinología, puede ayudar a comprenderlas, más allá de los síntomas.
Estamos en un paradigma médico que nos induce a ver sólo el síntoma como sinónimo de enfermedad, si tenemos picazón en los ojos, estornudos, romadizo o urticaria, vamos al médico, hacemos un test y detectamos el agente al que estamos reaccionando, recibimos medicamentos y controlamos los síntomas, esto está perfecto como medida paliativa, pero ¿nos libera de las causas que generan el padecimiento?.
La pregunta necesaria es por qué, qué razones existen para que el sistema inmune arremeta contra nosotros mismos.
Qué hace distinta a una persona de otra, que en iguales condiciones ambientales, uno reacciona violentamente y el otro sigue como si nada. Debe existir una razón que hace más vulnerable a ciertas personas que a otras. Podemos seguir corriendo al médico y acallar nuestros síntomas o podemos desafiarnos a profundizar y tratar comprender por qué nuestro cuerpo está auto atacándose, la Psiconeuroimnunoendocrinología (PNIE) puede ayudarnos a encontrar estas respuestas. Primero que todo, tratemos de comprender qué quiere decir esta larga palabra de treinta letras: Psico: Alma/Mente; Nuero: Del sistema nervioso; Inmuno: de inmunología, capacidad de autodefensa del cuerpo y Endocrinología: relativo a las hormonas o secreciones internas.
Sumando todo podríamos decir que la Psiconeuroinmunoendocrinología, estudia la relación existente entre la psiquis y cómo ésta actúa sobre los sistemas: neurológico, inmune y endocrino de nuestro cuerpo.
La PNIE, parte de la premisa que la mente o la actividad metal del cerebro es la primera línea que tiene el cuerpo para defenderse contra la enfermedad, el envejecimiento y la muerte, por tanto lo que pensamos influye fuertemente sobre lo que sentimos, dicho de una forma más poética, nuestros pensamientos (positivos/negativos) dan el sabor a nuestras emociones, las que en concordancia con nuestros pensamientos serán positivas o negativas (autoagresiones), esto es el trabajo de la psiquis y como un excelente informante, nuestra psiquis enviará el mensaje a nuestro cuerpo de cómo reaccionar, si el mensaje es negativo o positivo a nuestra psiquis no le importa, ella sólo transmite el mensaje recibido al cuerpo y éste como otro eficiente trabajador ejecuta lo que la psiquis le manda, sin cuestionar ya que nuestro cuerpo confía en que el mensaje que transmite la psiquis es inequívoco.
Entonces, ¿Cuál es el punto de origen de toda esta cadena? lo que pensamos y sentimos y ¿Quién piensa y siente? Sí, cada uno de nosotros es el único responsable de cómo piensa y siente y aquí entra el factor “Conciencia”. Por ello es tan importante estar conscientes de lo que estamos pensando y sintiendo, estar anclados en el presente, en el aquí y en el ahora, para poder pensar y sentir de manera sana para nuestro cuerpo.
Esto está lejos de ser esoterismo, miradas sentimentalistas o románticas de la vida, tampoco se trata de una mirada “alternativa ”, esto es pura lógica tan fuerte como la ley de causa y efecto, la que ha sido abordada desde Aristóteles hasta nuestros días y base importante para varias religiones.
Si la PNIE, nos propone que el origen está en lo que nuestra psiquis genera como información, entonces cabe la pregunta ¿Qué tipo de información generamos para desarrollar alergias? al respecto la doctora Lillian Arias, médico cirujano y directora del Centro Médico Ser Alma, entidad especializada en Medicina Integrativa, nos comenta: “Las respuestas de nuestro sistema inmunológico ocurren para proteger y defender a nuestro organismo de elementos ajenos, agresores o peligrosos, el problema se genera cuando esa respuesta es por un informe errado que las enfermedades autoinmunes dan y el cuerpo reconoce como ajeno lo propio y se defiende de ello, por tanto ataca al propio cuerpo”, por ende las alergias son una autoagresión y ¿Por qué alguien se autoagrede? cuando quiere castigarse y uno se castiga porque se siente culpable, entonces no es de extrañar que las personas que sufren cuadros crónicos de alergias sean altamente culposas.
Es importante remarcar que esto ocurre muchas veces de manera inconsciente, en donde la culpabilidad se alimenta del sistema de creencias que tenga la persona, el que se sustenta en bases culturales y religiosas principalmente.
Entonces doctora, ¿Qué debe hacer una persona que sufre de alergias?
LA: Si los síntomas que tiene son muy extremos o dificultan su diario vivir, lo recomendable es que acuda a un doctor especialista para buscar medicamentos que le ayuden a controlar los síntomas y pueda desenvolverse normalmente, como medida de emergencia. Una vez controlado esto, el paciente debiera abocarse a fortalecer su sistema inmune, drenar su carga de toxinas que pueden ser producto de su propio metabolismo, o neurotoxinas producto de sus pensamientos y emociones.
y ¿Cómo se logra?
El sistema inmune se deprime o trabaja equivocadamente cuando se está bajo periodos de depresión y estrés, cuando se está permanentemente con una sensación de culpa, presión o sobrecarga de responsabilidad, aparece el auto castigo por la intolerancia al NO.
El paciente que quiera fortalecer su sistema inmune debe iniciar un trabajo conjunto de análisis sobre sí mismo y las causas que lo llevan a experimentar este tipo de emociones.
También es altamente recomendable que busque orientación y apoyos como: la acupuntura, que estimula el flujo correcto de la energía de nuestro cuerpo lo que hace que se armonicen y regulen nuestros propios mecanismos de equilibrio, llevando al cuerpo a utilizar de manera adecuada los nutrientes; a eliminar las toxinas propias del metabolismo, a que el sistema endocrino este en armonía, el sistema nervioso este menos predispuesto (hiper reactivo).
Es por esto que es importante educar al paciente en una nutrición que realmente sea un aporte para el cuerpo, esto es vital para ayudar en su drenaje al cuerpo para que fortalezca y regule el sistema inmunológico.
Fuente: Por Ximena Cifuentes G. EcoPortal.net