El hormigón tradicional, es uno de los materiales que más se utiliza para la construcción y este contribuye al cambio climático, y por ello se busca generar nuevos materiales para que pueda ser más sostenible. Así, el hormigón de carbonato de calcio logra capturar el carbono durante su producción y esto lo hace más renovable.
El proceso de fabricación del hormigón de carbonato de calcio implica la reacción química entre el dióxido de carbono y el calcio presente en la escoria de acero, esto forma al carbonato de calcio en un compuesto estable en sus propiedades estructurales que, al fijar el carbono en el hormigón, se evita que se libere a la atmósfera.
Si bien este material mantiene un gran potencial a futuro, presenta algunos desafíos a descubrir. La necesidad de crear proyectos a gran escala y bajo costo es para garantizar su adopción a nivel industrial. Además, es imperioso realizar investigaciones para optimizar sus propiedades mecánicas y ampliar sus aplicaciones.
Los beneficios y aplicaciones del hormigón de carbonato de calcio
Además de reducir las emisiones de carbono, este material tiene como opción contribuir a mejorar la calidad del aire y del agua. Su capacidad para almacenar carbono lo convierte en un activo valioso en la lucha contra el cambio climático, al promover la economía circular y generando la reducción de residuos.
En las aplicaciones, puede utilizarse en la construcción de edificios residenciales y comerciales, infraestructuras y elementos prefabricados. Su bajo impacto ambiental lo convierte en una opción para proyectos de construcción más sustentables. Sin embargo, presenta limitaciones como su resistencia a la compresión y larga durabilidad.
Al usar el hormigón de carbonato se reducen las emisiones de carbono y mejora la sostenibilidad ambiental, logrando estimular la innovación y generar empleos en el sector de la construcción. Asimismo, puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas al proporcionar espacios sustentables y energéticamente eficientes.
Desafíos y lo que viene para el hormigón de carbonato de calcio
Uno de los principales obstáculos; es el costo de producción, que supera al del hormigón tradicional. Además, la falta de estándares y regulaciones específicas dificulta su certificación, y adopción en diversos proyectos de construcción. La necesidad de desarrollar procesos de producción más eficientes y escalables es un desafío clave.
Para acelerar la transición hacia una construcción más sustentable, es fundamental invertir en investigación y desarrollo. A su vez, esto implica financiar proyectos que busquen optimizar las propiedades mecánicas del material, ampliar su gama de aplicaciones y reducir los costos de producción.
Por otro lado, es necesario lograr obtener políticas públicas que incentiven la utilización de materiales de construcción sostenibles, como el hormigón de carbono de calcio, y faciliten su integración en los proyectos de construcción. A largo plazo, el potencial de este material es enorme.
Este nuevo material como motor de la economía circular en la construcción
Al utilizar subproductos como la escoria de acero y el dióxido de carbono capturado, este elemento reduce la dependencia de recursos vírgenes y minimiza la generación de residuos. Además, al fijarlo en el material, contribuye a cerar el ciclo de vida del carbono, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
La adopción a gran escala de este componente puede impulsar la transición hacia una economía más circular en la industria de la construcción. Al fomentar la reutilización de materiales y residuos, se reduce la presión sobre los recursos naturales y se minimiza el impacto ambiental.
Bajo este aspecto, este material puede estimular la creación de nuevas cadenas de valor y generar oportunidades de negocio para las empresas que se involucren en su producción y aplicación. En ese sentido, el hormigón de carbono de calcio representa una oportunidad única para avanzar hacia una economía circular en la construcción.
Fuente: Rocío V. Ecoportal