A pesar de su imagen verde, los bosques de Irlanda ya casi han desaparecido. En toda Europa, las naciones tienen un promedio de alrededor del 35% de cobertura forestal, pero en Irlanda la cifra es solo del 11%, una de las más bajas del continente.
Este no siempre ha sido así. Hace miles de años, más del 80% de la isla de Irlanda estaba cubierta de árboles. Durante muchos siglos, fueron talados casi por completo para dar paso a campos y pastos y, en 1925, solo el 1% estaba cubierto de bosques. Los únicos árboles que quedaron estaban en terrenos que no eran aptos para ningún tipo de agricultura.
Durante varias décadas, el gobierno ha pagado a los agricultores y otros terratenientes privados para plantar árboles en sus tierras en lugar de la agricultura intensiva. Pero estas subvenciones hasta ahora no han alcanzado su objetivo del 18% de cobertura forestal.
Hasta hace poco, la silvicultura se consideraba valiosa únicamente como suministro de madera para ser aprovechada. Esto explica por qué, de ese 11% de la República de Irlanda que está cubierta de bosques, la gran mayoría (el 9% del país) está plantada con pinos como la pícea de Sitka, una conífera de rápido crecimiento originaria de Alaska que se puede cosechar después de tan solo 15 años. Solo el 2% de Irlanda está cubierto de árboles autóctonos de hoja ancha
Las subvenciones no son suficientes para recuperar los bosques de Irlanda
Las subvenciones actuales descuidan muchas cosas. Por ejemplo, una vez que se han plantado árboles, la tierra debe permanecer exclusivamente dedicada a la silvicultura, lo que actúa como un “empujón negativo” para los propietarios que deseen mantener abiertas sus opciones. Los incentivos fiscales para la continuación de la cubierta forestal podrían suponer una barrera psicológica menor.
Las subvenciones anuales también están diseñadas teniendo en cuenta la cosecha y, por lo tanto, solo se pagan durante 15 a 20 años. Eso no le sirve de nada a un terrateniente que quiere plantar un bosque de especies mixtas que puede tardar hasta 100 años en madurar y que, sin embargo, no generaría ningún retorno más allá de los 20 años.
Por lo tanto, las subvenciones brindan un fuerte incentivo financiero para continuar plantando especies no nativas de rápido crecimiento que, cuando se cosechan, pueden perturbar la vida silvestre, liberar carbono, dañar la calidad del agua y dejar el paisaje con cicatrices.
Entonces, ¿cómo podría Irlanda estar cubierta de bosques, con la combinación adecuada que incluya más árboles autóctonos de hoja ancha?
EcoPortal.net – El Planeta te necesita. Ahora!
Fuente:
The Conversation
EcoPortal.net