«Hoy en día la pobreza no mide edad, religión, ni nacionalidad en Chile, la pandemia dejó una huella que sigue latente, con muchas secuelas. Lo lindo es que no importa donde se resida, se puede aportar pensando en el hermano que más me necesita en el país», afirma a Aleteia Ana Isabel Iturra, miembro del equipo de Pastoral Social Cáritas de Punta Arenas, región de Magallanes
En agosto, como una nueva forma de vivir el «Mes de la Solidaridad», Cáritas Chile, área de pastoral social de la Conferencia Episcopal, lanza por segundo año consecutivo, una plataforma que busca recaudar fondos para paliar necesidades básicas de miles de familias y personas en extrema situación de vulnerabilidad, acrecentada a consecuencia de la pandemia por COVID-19.
La iniciativa se da en el marco de este mes, donde las instituciones ligadas a la Iglesia católica se unen a la conmemoración instaurada en 1994 en memoria a San Alberto Hurtado. En este caso, figura distintiva en la lucha por la justicia social. Por ello, durante este tiempo aumentan las actividades y una variedad de iniciativas para vivirla en pleno.
Desde el pan diario a una cama digna
El nivel de pobreza ha ido en aumento en Chile, especialmente en los últimos dos años, situación agudizada en estos últimos meses. Según el informe sobre el valor de la Canasta de Alimentos, entregado por el Ministerio de Desarrollo Social, al mes de junio ésta llegó a los USD 60.
Al respecto, un estudio de Libertad y Desarrollo señaló que con el alza de la Canasta Clásica, la tasa de pobreza en Chile podría aumentar de un 10,8% a un 11,6%. Las cifras indicarían que más de 150.000 personas se sumarían a los sobre 2 millones de chilenos, que según las estadísticas oficiales, ya viven en condiciones de pobreza en el país.
Es así como siguiendo el trabajo iniciado para apoyar a las comunidades más afectadas durante la emergencia sanitaria iniciada en 2020, la red pastoral social CÁritas, desde Arica a Punta Arenas, se unió nuevamente este año en la campaña «Multiplicando Solidaridad». Aquí algo que pone a disposición una plataforma especial con 27 iniciativas para ir en apoyo de los grupos más afectados por la emergencia humanitaria generada por el coronavirus. Desde un plato de comida a una cama, pasando por balones de gas, las necesidades son muy variadas, según la zona del país.
«La solidaridad es un valor, una práctica esencial para la convivencia, porque significa reconocer que somos parte de una misma realidad, una misma comunidad y que, por lo tanto, cuando colaboramos, cuando apoyamos a una persona, familia o comunidad estamos contribuyendo al bienestar de todos, incluidos nosotros mismos», expresa Lorenzo Figueroa, director ejecutivo de Cáritas Chile.
Sobre esto, lo que el papa Francisco expresó en su mensaje para la VI Jornada Mundial de los Pobres 2022 :
«Mientras más crece el sentido de comunidad y de comunión como estilo de vida, mayormente se desarrolla la solidaridad».
Por otra parte, «como miembros de la sociedad civil, mantengamos vivo el llamado a los valores de libertad, responsabilidad, fraternidad y solidaridad. Y como cristianos encontremos siempre en la caridad, en la fe y en la esperanza el fundamento de nuestro ser y nuestro actuar».
Conocer la necesidad del hermano
Desde Cáritas Chile, se invitó a las diócesis a revisar las necesidades más urgentes que cubrir. Esto en medio de uno de los inviernos más crudos del último tiempo. Es así, como se definieron las iniciativas que buscan apoyo.
En la región de Coquimbo, el encargado de la pastoral social de la Arquidiócesis de La Serena, Patricio Alegre, comenta:
«Tenemos más de siete mil familias chilenas y migrantes viviendo en campamentos, por lo que se requiere contar con canastas de alimentos para ser distribuidas sobre todo en parroquias de sectores rurales y en campamentos del sector urbano».
Alegre agrega: «El contar con una página que une iniciativas a nivel nacional es muy bueno, porque estamos todos en lo mismo, descubrimos lo que necesita el prójimo y vemos la realidad del otro, de las necesidades más urgentes que existen en diferentes partes del país. Con ello hacemos un trabajo en conjunto, que da cuenta que la Caritas es una sola gran familia».
Desde el extremo austral de Chile, la diócesis de Punta Arenas solicita apoyo para la compra de kits de higiene y pañales, para adultos mayores. Ana Isabel Iturra, señala:
«La realidad en Magallanes es de una pobreza escondida, que afecta fuertemente a los mayores, quienes en su mayoría han quedado solos, sin redes familiares, ni vínculos significativos. A ello se suman aquellos que viven en situación de calle, otros con enfermedades crónicas y varios en situación de postración».
La encargada agrega: «Como iglesia estamos comprometidos a no abandonar a los hermanos más pobres y vulnerables, pero se nos hace difícil cubrir todas las necesidades que existen. Por ello, esta iniciativa de Caritas permite reconocer las necesidades que existen a lo largo del país y escoger cuáles apoyar. Lo lindo es que no importa donde se resida, el del norte puede apoyar al del sur y viceversa».
Que la solidaridad se multiplique
En Cáritas Chile invitan a sumarse a esta iniciativa y soñar con que pueda replicarse en otras partes del mundo. Figueroa expresa:
«Les llamamos a participar durante este mes de agosto visitando la plataforma y apoyando las diversas propuestas. Podrán encontrar múltiples posibilidades de canalizar su contribución y ser parte de este modo de una sociedad mejor, más inclusiva, empática y acogedora».
Para conocer el detalle y sumarse les invitamos a ingresar al especial www.multiplicandosolidaridad.cl
Fuente: Ingrid Saavedra T.
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