Es posible que la computación cuántica haya dado un gran paso adelante, ya que una instalación de supercomputadoras en Australia se convierte en la primera en tener una computadora cuántica integrada. El procesador cuántico, desarrollado por la empresa emergente germano-australiana Quantum Brilliance, funciona a temperatura ambiente y ahora funcionará en conjunto con las supercomputadoras clásicas en el Centro de Investigación de Supercomputación de Pawsey.
Las computadoras cuánticas tienen el potencial de superar drásticamente a las máquinas tradicionales, aprovechando el espeluznante mundo de la física cuántica. Pueden realizar cálculos mucho más rápido porque los bits cuánticos (qubits) de información pueden existir en múltiples estados a la vez, y los datos pueden transmitirse instantáneamente a través del entrelazamiento cuántico.
El problema es que la mayoría de las computadoras cuánticas existentes usan superconductores como sus qubits, que solo funcionan a temperaturas justo por encima del cero absoluto. Ese enfriamiento de servicio pesado agrega una gran cantidad de volumen, costo y consumo de energía, lo que limita dónde se pueden usar estas computadoras cuánticas.
Sin embargo, Quantum Brilliance ha desarrollado un procesador de computadora cuántica que puede funcionar a temperatura ambiente. Sus qubits no están hechos de superconductores sino de defectos en redes de diamante, que son mucho menos sensibles a las vibraciones térmicas y también más resistentes a los choques mecánicos.
Y ahora, ese procesador cuántico ha sido instalado en el Centro de Investigación de Supercomputación Pawsey en Perth, Australia Occidental. Esta es la primera vez que una computadora cuántica se integra directamente en un rack junto con una supercomputadora tradicional, en este caso, la nueva supercomputadora HPE Cray Ex de Pawsey, Setonix.
La instalación se utilizará para probar modelos híbridos de computación cuántica y tradicional, lo que permitirá a los investigadores descargar algunas tareas de computación al procesador cuántico para aprovechar sus fortalezas únicas. Con suerte, esto no solo impulsará nuevos descubrimientos directamente, sino que también ayudará a los científicos que aún no han tenido acceso a las computadoras cuánticas a comprenderlos mejor.
“Esto proporcionará un banco de pruebas en el que se podrán probar aplicaciones reales, para que nuestros investigadores puedan hacerlo de manera más efectiva, lo que permitirá la ciencia y acelerará el descubrimiento”, dijo Mark Stickells, director ejecutivo de Pawsey.
Fuente:otech.uaeh.edu.mx