El aloe vera es ampliamente conocido por sus propiedades calmantes y antiinflamatorias, lo que lo convierte en un remedio natural eficaz para aliviar la picazón en la piel.
Sus hojas contienen un gel rico en compuestos bioactivos, como polisacáridos, vitaminas y antioxidantes, que hidratan y protegen la piel irritada. El gel de aloe vera también tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas, ayudando a prevenir infecciones que podrían empeorar la picazón.
Al aplicar directamente sobre la piel, el aloe vera refresca la zona afectada y acelera el proceso de regeneración, brindando un alivio inmediato y duradero. Pero mejor aún es si la dejamos reposar para quitarle algunas sustancias indeseables.
Cómo preparar adecuadamente el gel de aloe vera
Para eliminar las toxinas del aloe vera, como la aloína, un compuesto que puede ser irritante y tener efectos laxantes si se ingiere o se aplica en exceso, es importante dejar reposar sus hojas en agua. El proceso es sencillo: primero, se corta una hoja de la planta y se deja reposar en posición vertical para que drene el líquido amarillo conocido como látex, que contiene la aloína. Luego, se pela la hoja para obtener el gel interno y se coloca en un recipiente con agua durante 24 horas, cambiando el agua varias veces durante el proceso. Esto ayuda a eliminar las toxinas residuales, haciendo el gel más seguro para uso tópico o consumo. Después de este remojo, el aloe vera estará listo para su aplicación en la piel o su uso en recetas caseras sin riesgo de irritación.
Y tanto mejor, si preparas una crema para tenerla siempre a disposición en tu botiquín natural para cuando la necesites…
Fuente: Redaccion EcoPortal
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