¿Te sientes excitado, irritable o triste sin una buena razón aparente? ¿Es una sensación que te invade con frecuencia? Aunque puede haber varias explicaciones para esto, una posibilidad es que en tu cerebro haya una densidad baja de determinadas sustancias. Nuestro cerebro pueden usar hasta 100 neurotransmisores diferentes, siendo GABA uno de los más importantes, conocido como el neurotransmisor de la calma y la relajación.
El ácido gamma-aminobutírico (GABA) es un aminoácido y un neurotransmisor que regula la excitabilidad cerebral mediante la inhibición del disparo excesivo de las neuronas, lo que da lugar a una sensación de calma. Equilibrar adecuadamente tu nivel de GABA puede reducir el estrés, hacer que te sientas menos ansioso y reducir la probabilidad de que aparezcan diferentes problemas de salud.
¿Qué es y qué hace GABA?
El ácido gamma-aminobutírico es uno de los neurotransmisores más importantes, los químicos que las células cerebrales usan para comunicarse entre sí. De hecho, es el neurotransmisor inhibitorio más frecuente. Los neurotransmisores inhibidores disminuyen la probabilidad de que un impulso nervioso se dispare.
La función principal de GABA como neurotransmisor inhibidor es ralentizar la actividad cerebral. También está involucrado en la visión, el sueño, el tono muscular y el control motor. Además, se distribuye ampliamente tanto dentro como fuera del sistema nervioso central. Se encuentra en los intestinos, el estómago, la vejiga, los pulmones, el hígado, la piel, el bazo, los músculos, los riñones, el páncreas y en los órganos reproductivos.
Las enfermedades y trastornos relacionados con la disfunción de GABA incluyen autismo, trastorno bipolar, depresión, esquizofrenia, epilepsia, fibromialgia, meningitis, algunos tipos de demencia (enfermedad de Alzheimer, enfermedad de cuerpos de Lewy, demencia frontotemporal) y algunos trastornos intestinales (enfermedad de Crohn, cáncer colorrectal, IBS, colitis ulcerosa). Además, las enfermedades caracterizadas por movimientos involuntarios, como el Parkinson, la discinesia tardía y la corea de Huntington también se asocian con bajos niveles de este neurotransmisor.
Una de las funciones más importantes de GABA es su capacidad para minimizar el estrés y la ansiedad. Cuando este es bajo, la probabilidad de sentirnos ansiosos, abrumados y muy sensibles a la estimulación aumenta. En este sentido, un artículo publicado en la revista Nature afirma que este neurotransmisor puede disminuir específicamente los pensamientos no deseados que alimentan el estrés, la ansiedad, la depresión y otros trastornos psiquiátricos.
Otra forma en la que el ácido gamma-aminobutírico afecta a la actividad cerebral es alterando los patrones de ondas cerebrales. La presencia de GABA aumenta las ondas cerebrales asociadas a un estado relajado (ondas alfa) y disminuye las asociadas con el estrés y la ansiedad (ondas beta).
El equilibrio de la actividad cerebral
Para hablar de cómo funciona el ácido gamma-aminobutírico hay que tener en cuenta otro neurotransmisor, el L-glutamato. Este neurotransmisor es un subproducto natural de la producción de energía en el cerebro. Uno de los productos de la metabolización de glucosa en el cerebro es el L-glutamato, un neurotransmisor muy importante.
Estos dos neurotransmisores son complementarios y opuestos. El L-glutamato, como principal neurotransmisor excitador, equilibra los efectos inhibitorios de GABA. Los neurotransmisores excitatorios aumentan la probabilidad de que un impulso nervioso se dispare. Así, mientras que GABA retarda la actividad cerebral, el L-glutamato la acelera.
Estos dos neurotransmisores trabajan juntos para controlar la actividad cerebral. Pero GABA y L-glutamato no solo trabajan juntos, sino que también se pueden convertir el uno en el otro. El L-glutamato es el precursor de GABA, y este, a su vez, puede reciclarse en L-glutamato, según sea necesario.
¿Estás bajo de GABA?
En la mayoría de los casos, la disfunción de GABA puede atribuirse directamente al estilo de vida. En este sentido, de acuerdo con el doctor Datis Kharrazian, investigador de la Escuela de Medicina de Harvard, demasiado estrés, mala alimentación, falta de sueño, demasiada cafeína e intolerancia al gluten son causas de la «disfunción» de GABA.
También hay que tener en cuenta que las bacterias intestinales producen este neurotransmisor, por lo que la disbiosis, un desequilibrio entre las bacterias intestinales buenas y malas puede provocar la producción de muy poco GABA.
Además, hay que saber que el exceso de L-glutamato se convierte en GABA con la ayuda de la vitamina B6 y la enzima ácido glutámico descarboxilasa (GAD). Pero una deficiencia de vitamina B6 o una reacción autoinmune puede interferir con la producción de GABA. Las causas de esta reacción autoinmune incluyen trastornos autoinmunes, diabetes, intolerancia al gluten, enfermedad celíaca y la enfermedad de Hashimoto.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que son muchos los cambios químicos internos que pueden influir sobre el equilibrio glutamato-GABA. Además, en cuanto a sustancias de consumo, la cafeína inhibe la actividad de GABA, mientras que el alcohol y los tranquilizantes lo aumentan.
¿Cómo aumentar los niveles de GABA?
Existen suplementos de GABA que contienen una forma sintética de este neurotransmisor. Sin embargo, hay controversia sobre si los complementos de este neurotransmisor realmente funcionan. No se sabe si tomado como un suplemento llega al cerebro en cantidades lo suficientemente grandes como para tener efecto En cualquier caso, a algunas personas encuentran que estos suplementos son muy útiles.
Tampoco hay una dosis establecida para los suplementos de GABA en este momento ni suficiente investigación para descubrir los efectos secundarios de estos suplementos. Es más, no hay suficiente información para garantizar la seguridad de estos suplementos.
Sin embargo, hay muchas otras maneras de mantener un nivel saludable de GABA de forma natural. Una de estas formas es a través de la alimentación. Los investigadores han analizado el contenido de GABA de una amplia variedad de alimentos, como el germen de arroz integral, brotes de arroz integral, brotes de cebada, brotes de soja, frijoles, maíz, cebada, arroz integral, espinacas, patatas, batatas, col rizada y castañas.
Además, una investigación llevada a cabo por el Instituto de Biociencias de la Universidad de Cork de Irlanda ha revelado que los alimentos probióticos aumentan el ácido gamma-aminobutírico. Alimentos como el yogur, el kéfir, el kimchi y el chucrut contienen las cepas bacterianas productoras de GABA, Lactobacillus brevis y Bifidobacterium dentium.
Por otra parte, si te preocupan tus niveles de GABA, es importante que reduzcas al mínimo la ingesta de cafeína, ya que inhibe la capacidad de este neurotransmisor para unirse a sus receptores. En su lugar, puede tomar té, que contiene menos cafeína y contiene el aminoácido l-teanina que aumenta este neurotransmisor.
Cabe destacar que otra forma muy eficaz de aumentar los niveles de GABA es hacer ejercicio. Cualquier tipo de ejercicio físico aumenta los niveles de este neurotransmisor, pero el yoga es el más destacado. De hecho, los niveles de este neurostransmisor en el cerebro pueden aumentar hasta en un 27% después de una sola sesión de yoga.