Como es vivir a 4150 metros de altura? Descubre El Alto, la ciudad más alta del mundo
El Alto, en Bolivia, es el centro urbano más alta del mundo desde 1985. En ese año le arrebató el primado a La Paz, la capital de la que se escindió para conseguir la independencia administrativa. Te contamos cómo es vivir en una ciudad surgida a 4150 metros sobre el nivel del mar.
Cómo se elige la ciudad más alta del mundo
La Paz se encuentra a 3869 metros sobre el nivel del mar. Quito, en Ecuador, a 2784 metros. La mexicana Toluca, a 2648 metros. Ninguno de estos emplazamientos, sin embargo, es el más alto del mundo: ese título le corresponde a La Rinconada, un pueblo peruano que, con sus 5100 metros de altura, puede considerarse la población más alta del mundo.
A pesar de esto, La Rinconada, con sus 30000 habitantes, no puede considerarse propiamente una ciudad. Según la definición de la ONU, una ciudad es “una población de al menos 50000 habitantes en áreas contiguas densamente pobladas (más de 1500 habitantes por kilómetro cuadrado)”. Ateniéndonos a esto, El Alto se lleva la palma.
El Alto: una ciudad en las alturas
El Alto se ubica en el altiplano boliviano, a más de 4000 metros sobre el nivel del mar. Aunque, en origen, surgió como un suburbio de La Paz, su desarrollo como ciudad independiente se aceleró en la segunda mitad del siglo XX. Tras la construcción del Aeropuerto Internacional de El Alto en 1925, la región se convirtió en un centro logístico y de transporte de gran importancia.
Si, en principio, la zona estaba habitada por campesinos aimaras que buscaban mejorar su situación económica, muy pronto El Alto se expandió entre las décadas de 1950 y 1980. La migración interna desde poblaciones rurales produjo un crecimiento exponencial en términos de ocupación y economía. Así, en 1985, El Alto se reconoció oficialmente como municipio independiente.
¿Por qué se construyó en lo alto?
La estrecha relación entre La Paz y El Alto
El desarrollo de la ciudad de El Alto se vincula de manera directa a la fundación de La Paz. La capital boliviana se ubica en un valle profundo del altiplano andino. Esta posición responde a factores tanto estratégicos como geográficos. Durante la época colonial, los españoles buscaban establecer ciudades en lugares protegidos de los vientos y del clima extremo. El valle de La Paz cumplía estos requisitos. Además, el acceso al agua y las tierras fértiles en sus alrededores eran ideales para la agricultura, una actividad imprescindible para sustentar a la población.
La proximidad a las rutas comerciales hacia Potosí, uno de los principales centros mineros de plata de la época, también fue determinante. La altitud extrema ofrecía una ventaja militar y defensiva. Al dificultar que se pudieran producir ataques externos, la ciudad funcionaba como un punto de control comercial eficiente.
La proximidad de El Alto a La Paz permitió a los habitantes originales mantener conexiones económicas y sociales con la capital. Los mercados y los servicios que ofrecía la urbe pacense aseguraban un flujo constante de población entre los dos puntos. Por otro lado, la topografía plana de la meseta de El Alto facilitó la construcción de infraestructuras como carreteras, viviendas y aeropuertos. De hecho, el aeropuerto de El Alto también ostenta el título de aeropuerto más alto del mundo.
La fundación de La Paz
La Paz (o, como se denominó oficialmente, Nuestra Señora de La Paz) se fundó el 20 de octubre de 1548. La fundación, que corrió a cargo del conquistador español Alonso de Mendoza, respondió a un mandato del virrey Pedro de La Gasca. La Gasca buscaba establecer un asentamiento que simbolizara la restauración de la paz tras las guerras civiles entre los partidarios de Gonzalo Pizarro y los realistas liderados por Blasco Núñez Vela.
Antes de la llegada de los españoles, la región se conocía como Chuquiago Marka, que en aimara significa «campo de oro». El término hace referencia a los yacimientos auríferos presentes en los ríos cercanos.
Lugares emblemáticos de El Alto
El Alto es una ciudad vibrante con una arquitectura, cultura y tradiciones únicas que miestran su diversidad. Su Mercado 16 de Julio es uno de los más grandes y dinámicos de todo el país. En este centro clave para la economía local se ofrecen todo tipo de productos, desde artesanía hasta electrodomésticos.
El Alto también destaca por sus cholets, edificios de factura extravagante que combinan estilos indígenas con elementos de arquitectura moderna. Destacan por su colorido y su originalidad multifuncional. La ciudad también posee varios miradores a lo largo de la ciudad. Ofrecen vistas panorámicas del Illimani y del valle de La Paz, puntos emblemáticos del espectacular paisaje andino.
Cómo es vivir a 4100 metros sobre el nivel del mar
Vivir a una altitud tan elevada exige un proceso de adaptación al medio. A nivel fisiológico, los habitantes desarrollan una mayor capacidad pulmonar que, combinada con niveles elevados de hemoglobina, mejoran la captación de oxígeno. Sin embargo, no es extraño que los recién llegados experimenten el denominado soroche o mal de altura, una condición cuyos síntomas principales incluyen náuseas, fatiga y dolores de cabeza.
El clima de la región es frío durante la mayor parte del año, con temperaturas que oscilan entre los 5 y 15 grados. Las lluvias son más comunes entre noviembre y marzo, mientras que los inviernos son secos y soleados. Esta climatología ha dejado su marca en la arquitectura, que destaca por viviendas diseñadas para conservar el calor. Los mercados locales abastecen a la población de alimentos adecuados para sobrevivir en este entorno, como las papas, la quinua y la carne de llama.
Desde el punto de vista social, El Alto es una ciudad joven y dinámica, caracterizada por una fuerte presencia de comunidades aimaras y una larga tradición de organizaciones comunitarias. Las festividades locales, como las celebraciones de la Alasita y la Pachamama, reflejan una rica herencia cultural que conjugacreencias indígenas y cristianas.
Además de ser la ciudad más alta del mundo, El Alto testimonia la capacidad humana para adaptarse y prosperar en condiciones extremas. Con una historia marcada por la migración y la resiliencia, la ciudad ha sabido convertirse en un centro cultural, económico y político clave en Bolivia.
Fuente: ricacouto
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