El documento tiene tres ejes prioritarios: ordenación del territorio, transición energética y desarrollo sostenible con justicia social y ambiental.
Los presidentes de las tres ramas del gobierno del país han firmado el Pacto por la Transformación Ecológica, marcando la primera vez en la historia que los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial se unen en torno a una agenda ambiental común. Este acuerdo busca enfrentar los desafíos del cambio climático mediante una serie de medidas administrativas, legales y judiciales.
El pacto, que se estructura en torno a tres ejes prioritarios, incluye la ordenación territorial, la transición energética y el desarrollo sostenible con justicia social, ambiental y climática. Estas áreas clave serán el foco de la nueva estrategia nacional para mitigar el impacto ambiental y promover un modelo de desarrollo más sostenible.
El presidente de la República, Luiz Inácio Lula da Silva, destacó que estas medidas reflejan la madurez democrática de Brasil y subrayan el compromiso del país con una «transformación necesaria y urgente». Lula enfatizó que el pacto no solo representa un plan ambiental aislado, sino una reformulación integral del modelo de desarrollo económico, considerando todos los aspectos de la relación entre la sociedad y el medio ambiente.
“Este pacto señala que el desarrollo que buscamos no es solo una política de gobierno, sino una política de Estado perenne e inclusiva«, afirmó Lula.
En cuanto a la implementación del pacto, el Ejecutivo se compromete a ampliar el financiamiento y reducir el costo del crédito para proyectos ambientalmente sustentables. El Legislativo dará prioridad a la aprobación de leyes relacionadas con el mercado de carbono, la energía eólica marina y los combustibles del futuro, que ya cuentan con la aprobación de la Cámara de Diputados y están en análisis en el Senado.
Arthur Lira, presidente de la Cámara de Diputados, destacó el avance de la “agenda verde” en la Cámara, enfatizando el enfoque en la protección del medio ambiente y la transición hacia fuentes de energía renovables. Lira también mencionó la reciente entrada en vigor de la Ley 14.948/24, que incentiva la producción de hidrógeno bajo en carbono, como un ejemplo de la coherencia entre los compromisos asumidos y las acciones en curso.
Para Lira, la “agenda verde” no solo fortalece la posición de Brasil en el ámbito internacional, sino que también resalta la importancia de luchar contra el proteccionismo comercial encubierto y las imposiciones desbalanceadas hacia los países en desarrollo. Además, mencionó avances en el Programa Nacional de Bioqueroseno, el Marco Legal para la Microgeneración y Minigeneración Distribuida, y el Programa de Movilidad e Innovación Verde (Mover).
El presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, calificó el pacto como un paso sólido hacia la creación de nuevas normas y estándares de conducta en materia ambiental, fortaleciendo la posición de Brasil como líder en seguridad ambiental, climática y alimentaria.
Por su parte, el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Luís Roberto Barroso, subrayó que el Poder Judicial ve el ambiente como una cuestión de derechos humanos. Barroso expresó la necesidad de superar el negacionismo y anunció que el STF priorizará acciones ambientales y desarrollará un programa de descarbonización para el Poder Judicial.
El Pacto de Transformación Ecológica, que incluye 26 medidas específicas, será supervisado por un comité de gestión conjunto. Este acuerdo busca promover cambios en los paradigmas económicos, tecnológicos y culturales, con el objetivo de garantizar un desarrollo sostenible y reducir la presión sobre los recursos naturales.
Desde la Cumbre del Clima de Dubai (COP28), el gobierno brasileño ha trabajado en el Plan de Transformación Ecológica, que se desarrollará en la próxima COP30, prevista para el año próximo en Belém (PA). Los recientes eventos climáticos extremos, como las inundaciones en Rio Grande do Sul y la sequía en el Pantanal y el Amazonas, han subrayado la urgencia de estas medidas.
Fuente: Agencia Cámara de Noticias.
El documento tiene tres ejes prioritarios: ordenación del territorio, transición energética y desarrollo sostenible con justicia social y ambiental.
Fuente: desire.salvador
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