Ella Casano tiene ahora 12 años, pero lleva desde los siete entrando y saliendo de los hospitales por culpa de la púrpura trombocitopénica idiopática, una enfermedad autoinmune por la que su propio cuerpo «ataca y destruye sus propias plaquetas, lo que la pone en mayor riesgo de sangrado o lesión que la mayoría de las personas», según explica su madre Meg a la CNN.
Esa enfermedad ha provocado que Ella tenga que pasar cada mes y medio por el hospital para recibir diversos medicamentos en vena. El problema es que cuando veía la cantidad de líquidos que le iban a introducir se le venía el mundo encima y el miedo se apoderaba de ella. Así que, con el tiempo, fue pensando en una manera de vencer ese terror que le producía el hospital.
El cartel viral de un hospital dirigido a todos los que ensucian los baños orinando fuera
Así se creó en su cabeza una idea brillante: crear un osito de peluche del tamaño de las bolsas de medicinas que se utilizan en el hospital para colgarlos del portasueros. De esa manera, en vez de que el niño esté viendo el medicamento que entra por la vena, lo que tendrá a su lado es un osito de peluche que ya tiene hasta nombre: Medi-Teddy.
Éxito de financiación
La idea se le ocurrió en casa: “Cortó un osito de peluche, usó una pistola de silicona y creó su primer Medi-Teddy”. Su propia madre explica que patentaron el invento al ver lo encantadas que estaban las enfermeras con la idea: «El propósito de Medi-Teddy es ocultar una bolsa de líquido intravenoso, medicamento o producto sanguíneo al niño que lo está recibiendo y brindarle una cara amistosa para que lo vea».
La parte posterior del osito está hecha de malla para que las enfermeras puedan ver la cantidad de medicina que aún queda en el recipiente. Y para que el producto final fuera perfecto, Ella creó varios prototipos y se los enseñó a las propias profesionales del hospital, de tal forma que hicieran sus comentarios para mejorarlos y poder trabajar sobre la mejor versión.
Por si fuera poco, Ella estudió un plan de negocio y diseñó el suyo propio para crear Medi-Teddy a través de una ONG. Y el tiempo le está dando la razón: van a poder ayudar a centenares de niños en los hospitales gracias a su idea y, todo ello, sin que los niños tengan que pagar un solo dólar por su osito.
Creó varios prototipos y se los enseñó a las propias enfermeras para que hicieran sus comentarios y poder mejorar a su osito
Ella y su madre han creado su propia página web y han subido a GoFundMe una petición para recaudar 5.000 dólares con los que hacer frente al primer pedido de 500 muñecos. Sin embargo, sus previsiones se han visto desbordadas y en menos de cinco días han visto duplicada esa cantidad, por lo que podrán ayuda a muchos más niños.