Hola Estimados lectores
Aprovechando y valorizando muchísimo ésta excelente oportunidad que me brindan los responsables de éste maravilloso medio de comunicación, los cuáles me otorgaron un espacio, para poder tener mi propia columna en la cual aprovecho para manifestar mis propias experiencias, sobre diferentes temas y situaciones de interés público que nos afectan a todos.
Que le pasa a nuestra sociedad? Que pasó con la empatía, el respeto, el amor, la consideración, etc.
En ésta oportunidad les quiero comentar sobre una situación muy desagradable que me toca vivir en carne propia cotidianamente de la misma manera que les ocurre a muchos otros en mi misma situación.
Soy portador del certificado de discapacidad con acompañante, el cuál por supuesto, preferiría no tener.
Dicho certificado me habilita a no tener que hacer fila para trámites y prioridad en la utilización de los asientos en el transporte púbico reservados para tal fin.
Pero desgraciadamente existen aunque les cueste creerlo muchas personas que no les interesa ver o ayudar.
Ignorantes, tóxicas, resentidas sociales, malas, egoístas, etc, que piensan que una persona con discapacidad es sólo aquella que anda en silla de ruedas o con muletas o con andador, etc. y no tienen la más mínima idea de que existen decenas de discapacidades no detectables a la vista.
A pesar de presentar con todo respeto mi credencial manifiestan que no les interesa para nada el certificado, y pretenden que haga la fila cómo cualquier otro mortal tornándose en la mayoría de los casos muy agresivas y hasta con intento de agresión física.
Lo más increíble de ésta situación es que cuándo algunos de los que se encuentran primeros de la fila comienza con la agresión se suman otros inadaptados sociales, que hasta el momento no se manifestaban y en lugar de calmar las aguas pareciera ser que se cebaran para aprovechar la oportunidad de sacar afuera, vaya uno a saber porque, otros tipos de frustraciones personales.
Motivo por el cual estoy obligado antes de hacer cualquier trámite a buscar ayuda policial para que me acompañen a la ventanilla en cuestión, para evitar estas agresiones y aun así con la presencia de la policía hay quienes continúan insultando y agrediendo.
De la misma manera, ocurre en los diferentes tipos de transportes públicos cuándo muchas personas no se quieren levantar de los asientos que están reservados. El problema es que en esas circunstancias no es fácil encontrar un policía lo que me obliga, tratándose de tren o subte, a viajar siempre en el vagón donde se encuentra el guarda que da la orden de partida, el cual me acompaña hasta los asientos reservados.
No obstante a lo que señalo, todavía existe mucha gente sensible, empática y con buenos sentimientos. Y es por esas personas y por el despertar de las otras es que digo lo que digo y hago lo que hago. VAMOS POR EL DESPERTAR!!!!
Un cálido abrazo para todos
Norberto Bruno Worobeizyk
Se pueden comunicar conmigo a: woro92001@yahoo.com.ar
Fuente: Norberto Bruno Worobeisyk Corresponsal de RBN