Hola Estimados lectores y lectoras
Reflexiones y sugerencias de interés público.
Basta de dejarnos engañar, por algunas empresas, a las que solamente les interesa, cuánto van a lucrar con nuestras compras, sea en él sector que sea, sin importarles en lo más mínimo, nuestros intereses y sobre todo nuestra salud.
Comencemos por él tan querido chocolate que nos gusta a casi todos.
Sugiero que cada vez que vayan a consumir, cualquier tipo de alimento o golosina, lean detenidamente en su envoltorio, la composición del mismo, sobre todo donde figura el porcentaje de cacao.
Constantemente estamos siendo engañados por panaderías, kioscos, heladerías y sobre todo en los transportes públicos donde pensamos que estamos comprando más barato el chocolate que realmente no es chocolate y que si leyéramos detenidamente su envoltorio descubriríamos que en su mayoría dice sabor a chocolate, y que no figura ningún porcentaje de cacao.
Lo que hacen algunos fabricantes es utilizar gordura vegetal que imita perfectamente al chocolate. Al producto le dan el sabor a chocolate prácticamente con nada de cacao.
Por eso lo recomendable, es leer y comprar aquellos chocolates en los que figure claramente, él porcentaje de cacao, motivo por el cuál cuesta mucho más barato y se piensa que se está comprando una pichincha.
En la mayoría de los casos cuando compramos galletitas, alfajores y masas secas revestidas de chocolate, lo que menos tienen es chocolate. Hagan la prueba de preguntarle al panadero si están revestidas de cacao, o de gordura vegetal, y se sorprenderán con su reacción.
Esto es sólo la punta del iceberg constantemente nos reduce la cantidad, el tamaño y la calidad para esconder el aumento del precio.
Otra sugerencia no menos importante es que elijan con mucho criterio cuidado y conocimiento cuando decidan comer fuera de su hogar.
Si tuvieran la oportunidad de conocer la cocina y observar el proceso de elaboración, en la mayoría de los casos lamentablemente jamás volverían a comer fuera de su hogar.
A mi entender nadie fiscaliza absolutamente nada y cada uno hace lo que quiere, poniendo en riesgo nuestra vida y la de nuestros seres queridos.
Si piensan que en las grandes empresas es diferente, les doy la mala noticia de que pasa casi exactamente lo mismo en muchas más de lo que a me gustaría.
Como consultor, durante toda mi vida estuve recorriendo todo tipo de empresas y realmente es decepcionante, sobre todo cuándo se trata de alimentos.
Según mi experiencia siento que es tierra de nadie por la ausencia de fiscalización o por fiscalización corrupta.
En muchísimos restaurantes, bares, y un sin número de diferentes establecimientos que trabajan con alimentos, no se puede entender cómo es posible, que los baños estén prácticamente pegados a la cocina, y en la mayoría de los casos den asco.
Cualquiera que haya viajado al exterior, entenderá perfectamente ésta crítica, cuando recibo algún extranjero, y salimos a recorrer, en más de una oportunidad, sentí vergüenza ajena.
Un cálido abrazo para todos
Fuente: Norberto Bruno worobeizyk – Corresponsal de RBN
Se pueden comunicar con Norberto escribiendo a: woro92001@yahoo.com.ar