Mary Shelley es la chica que escribió Frankenstein y el moderno Prometeo, y alegato en contra de los avances científicos, una advertencia de lo que nos puede pasar si jugamos a ser dioses (de hecho, de aquí nace el llamado síndrome de Frankenstein).
Sin embargo, el padre de esta seguidora de la nueva corriente romántica, que prefería regresar a la naturaleza y a las emociones, fue el filósofo William Godwin, uno de los promotores de la Ilustración, junto al marqués de Condorcet o Immanuel Kant: el movimiento que propugnaba justo lo contrario: el progreso de la ciencia y la tecnología a través de la razón.
Los dos padres de la Ilustración
En 1793, el filósofo británico William Godwin publicó Investigación sobre la justicia política y su influencia en la moral y la felicidad. En esta obra, Godwin decía que la razón humana, no la revolución política, era la clave del progreso. Que los seres humanos somos únicos en nuestra capacidad para controlarnos a nosotros mismos, incluidas nuestras pasiones, y mejorar así nuestras sociedades.
El racionalismo, según Godwin, era una poderosa herramienta para forjar un futuro donde se redujera significativamente el sufrimiento humano.
William Godwin está considerado así uno de los padres de la Ilustración. El otro fue el marqués de Condorcet, un noble y matemático francés que, un año después de la obra de Godwin, en 1794, publicó Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano.
En él, pronosticaba un progreso humano infinito usando la ciencia y tecnología. Gracias a la tecnología se podían cultivar más alimentos en menos superficie con el fin de abastecer a una población humana más numerosa. También apoyó el comercio entre naciones como una forma de reducir la escasez de alimentos.
Las tres ideas posmodernas que están dinamitando la herencia de la Ilustración
Las ideas de estos dos autores fueron el gérmen de lo que hoy llamamos Ilustración. Estos autores eran humanistas porque creían que los humanos eran especiales gracias a su capacidad única para razonar. Que no debían doblegarse a los designios de dios, o de las naturaleza (una forma de divinidad), sino que podían labrarse su propio futuro.
Mary Shelly, sin embargo, renegó de estas ideas. Cnocida inicialmente como Mary Wollstonecraft Godwin, también fue la segunda hija de la filósofa y escritora feminista Mary Wollstonecraft.
Podéis conocer más acerca de la siguiente historia en este vídeo sobre los paralelismos entre el villano y el héroe de la serie Dr. Stone entre Thomas Malthus y el marqués de Condorcet:
Fuente:Sergio Parra
Xataka Ciencia