Quien es Norberto Bruno Worobeizyk?
Es un Triatleta del cuerpo y de la mente
Un gladiador en las arenas de la vida, actualmente activo no competitivo, ex subcampeón argentino en su categoría, con 73 años de edad cronológicos, pero según él con 30 años de edad biológicos, o dicho de otra manera, con 18 años de edad, pero con 55 años de experiencias.
Fue atropellado por un borracho y quedó temporalmente cuadripléjico.
Actualmente está enfocado en morirse sano y joven lo más tarde posible.
Columnista y corresponsal de RBN.
Tengo tantos proyectos y metas a realizar, que no tengo tiempo para morirme.
Trabajo cómo consultor en Comercio Exterior y mi intención es dar charlas inspiradoras y motivacionales.
Tengo la suerte y el honor, de pertenecer al legendario grupo de los Dinosaurios, los primeros y únicos en participar en el primer triatlón, que se realizó en la Argentina, en la ciudad de Mar del Plata, en condiciones extremas.
Guardavidas, maratonista, ciclista, realicé el curso de primeros auxilios en la Cruz Roja Argentina, kayaquista, entrenador de wind-surf, skí acuático, remero, instructor de arquería, personal trainer, etc,etc.
Un auténtico deportista, con una filosofía y calidad de vida equilibrada, dedicada al deporte, intentando ayudar al prójimo, en lo que estuviera a mi alcance.
Tu opinión acerca de mis notas es muy valiosa para mí, agradeceré el envío de comentarios dudas, preguntas, opiniones, ideas, etc.las cuáles responderé con agrado.
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Hola Estimados lectores y lectoras
Todos ya conocemos las tristes consecuencias del bullying en todo el mundo.
Estuve viendo un documental estadounidense de 2011 sobre el acoso escolar que me impactó mucho.
Decidí compartirlo con ustedes a la espera de algunas impresiones comentarios y opiniones.
El acoso es una forma de discriminación y maltrato de una persona sobre otra, y es un fenómeno que se retrata a menudo en la realidad, las películas y series estadounidenses.
Los directores de este documental en particular siguieron a algunos estudiantes acosados durante un año escolar hasta sus hogares, escuelas, vecindarios y autobuses escolares. Había 4 estudiantes del interior de las ciudades, pequeños y pobres en los Estados Unidos.
Hoy decidí contar el caso de uno de estos chicos que tiene 12 años y al que aquí le voy a llamar “nuestro chico”.
Durante el documental me impactó la falta total de preparación de las escuelas, directores, maestros, conductores de autobuses escolares y coordinadores escolares con la situación de bullying en sus instalaciones.
También hay una inercia absoluta por parte de los alcaldes, los agentes de policía que funcionan dentro de las escuelas estadounidenses, los grupos comunitarios y los propios padres.
Nadie sabe qué hacer. Parecen robots sin sensibilidad, sin empatía, sin acción, sin iniciativa, sin creatividad.
Pero especialmente las personas que trabajan con niños y adolescentes en las escuelas estadounidenses (permítanme generalizar un poco) demuestran que no tienen los recursos psicológicos y emocionales mínimos para cubrir estos puestos.
Los estadounidenses no saben qué hacer para lidiar con estos niños que son víctimas de abuso por parte de sus compañeros de escuela. Y lo que es peor, además de negligencia e incompetencia, también cometen actos de crueldad, malicia, discriminación y acoso hacia las propias víctimas. Reproducen el sistema de abuso y lo alimentan, convirtiéndolo en un círculo vicioso sin perspectivas de cambio. Y siempre, siempre, siempre, culpan a la víctima por su situación, sin ofrecer ninguna alternativa para sacarla de esa situación.
Un niño de 11 a 12 años es acosado en la escuela, particularmente en el autobús escolar, probablemente debido a su apariencia física.
La madre explica que se desilusionó cuando nació con solo 6 meses de embarazo, pero sobrevivió. Pero, lamentablemente, parece haber tenido secuelas en su rostro. Tiene un labio superior arqueado, lo que parece hacer que su boca permanezca abierta casi siempre. Lo que le da un aspecto diferente a tu rostro.
Los niños matones de la escuela lo llaman cara y boca de pez. Se burlan de él, lo maldicen, lo ofenden, lo golpean, lo empujan, lo atraviesan con un lápiz, lo amenazan, se sientan en su cabeza.
Durante la película, descubrimos que todos en el vecindario piensan que es raro y lo tratan como a un niño retrasado porque, al parecer, es una simple cara diferente.
En casa, cuando les cuenta a sus padres que lo golpearon, también termina siendo regañado. El padre quiere que actúe. Dice que no puede dejarlo así y le presiona mucho para que reaccione, pero no le indica cómo hacerlo. El niño no sabe qué hacer, no tiene los recursos para lidiar con eso, porque es solo un niño.
Pero parece que los padres estadounidenses tratan a los niños como si fueran adultos en términos de recursos psicológicos, como si supieran qué hacer y cómo defenderse. Parece que el niño nace sabiendo qué comportamientos tomar para evitar el bullying.
Los padres parecen niños más perdidos que sus hijos, no saben cómo saludar a sus hijos, contenerlos en sus dudas, apoyarlos en su angustia, acogerlos en su dolor, apoyar su sufrimiento y ayudarlos a pensar juntos de forma concreta y solución viable.
Cuando no saben qué hacer, los padres presionan aún más al niño para que encuentre una solución, una alternativa, una solución al problema por sí mismos.
En el documental, el padre cuestiona al hijo. Ella le pregunta si dejará que estos mismos chicos matones le hagan lo mismo a su hermanita cuando ella ingrese a su escuela, si dejará que la golpeen, la maltraten, se burlen de ella, a lo que la hermanita responde que ya sufre en la escuela por su hermano, que ya se burlan de ella solo porque es su hermana.
El niño no puede entender esto y dice que esta situación que le informa la hermana no tiene sentido para él.
El chico no entiende por qué todos piensan que es raro.
Los padres no dicen nada, no aprovechan la oportunidad para hablar con sus hijos, hablar de tolerancia, maldad en el mundo, discriminación, amistad y justicia, solo para empezar.
El chico está muy solo, no tiene amigo, nadie le pide que juegue, que sea parte de un equipo. Pasa el recreo completamente solo. Nadie en la escuela se da cuenta de esto. Nadie se fija ni se preocupa por los más frágiles, los más vulnerables.
Un día, cuando otro niño se queja de haber sido maltratado por algunos alumnos de la clase, con nombres y apellidos y detalles de los ataques, el presunto coordinador habla con la maestra que finalmente decide intervenir.
Fuente: Norberto Worobeizyk
