La formación digital en el área de la salud ha ido tomando cada vez más impulso hasta convertirse en la metodología más demandada por los profesionales sanitarios en la actualidad. Esta herramienta está a la altura de cualquier otro formato de aprendizaje y destaca en aspectos de valoración por parte del alumnado por el nivel de innovación y flexibilidad que implica.
Durante este 2023, hemos podido comprobar que el mercado demanda este tipo de enseñanza intensiva, en formato de micro formación como principal tendencia, buscando llevar las prácticas de entrenamiento intensivo a la formación en periodos cada vez más cortos. Por ello, en los próximos años se seguirán desarrollando tendencias tecnológicas cada vez más complejas y combinadas para potenciar y mejorar la formación en línea para sanitarios y otros profesionales.
De este modo, estamos convencidos de que la tecnología más relevante en 2024 en el ámbito de la formación seguirá siendo sin duda la inteligencia artificial generativa (IAG) y la aplicación del metaverso al aprendizaje. De hecho, la realidad aumentada (RA) y la realidad virtual (RV) conviven ya en un escenario que se sitúa como la próxima gran revolución.
Estas herramientas reportan notables beneficios en el proceso de enseñanza-aprendizaje y de mejora de la calidad de vida de las personas. Por un lado, la inmersión o realidad inmersiva es una gran aliada de la enseñanza y el metaverso ha llegado a la educación para hacer el aprendizaje más atractivo, es una herramienta ideal de personalización, facilita la comprensión de los conceptos, ayuda a contextualizar y traslada el potencial del juego al ámbito educativo llevando la gamificación mucho más lejos.
Por otro, la inteligencia artificial (IA) es una tecnología que ya está cerca de convertirse en el cambio digital más significativo hasta la fecha impactando positivamente a todas las industrias, incluida la educación. El impacto positivo de la IA en formación se traduce en aprendizaje personalizado y automatización de tareas, en innovación que brinda tanto al alumno como al docente recursos y estrategias que sirven para maximizar la experiencia.
Sin embargo, no debemos pasar por alto la necesidad de tener una mirada equilibrada respecto a los problemas y los beneficios de la aplicación de la inteligencia artificial en la educación. Resulta imprescindible tener en cuenta que los sistemas de inteligencia artificial dan resultados sesgados, es decir, la tecnología de los motores de búsqueda no es neutral, procesa macro-datos y prioriza los resultados con la mayor cantidad de clics dependiendo tanto de las preferencias del usuario como de la ubicación.
Por lo tanto, un motor de búsqueda puede convertirse en un reflejo que sustenta los prejuicios del mundo real y afianza aún más estereotipos en línea. Estas advertencias están en informes de la UNESCO y la importancia de un uso ético y responsable de la IA es el tema central de foros y debates del sector. En el ámbito educativo, la nueva regulación europea (que constituye la primera ley integral sobre IA del mundo) exigirá que su uso sea considerado como una actividad de “alto riesgo” de forma que se adopten todas las garantías posibles para evitar el riesgo de reproducir los prejuicios y la discriminación del mundo real, alimentar las divisiones y amenazar a los humanos y las libertades fundamentales.
En definitiva, en 2024 la IA seguirá transformando radicalmente nuestras vidas, la forma en la que trabajamos y sin duda seguirá impulsando la innovación en el aprendizaje produciendo experiencias únicas y relevantes. El principal reto está en aplicar esta innovación respetando unos principios fundamentales de ética y seguridad para alcanzar su máximo potencial como herramienta complementaria en el rol fundamental de los educadores y el aprendizaje humano.
Clara Campos, general manager de Faro Edtech
Fuente: Redacción Noticias en Salud
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