La palabra «dieta» debería hacernos subir la guardia. Bajo este concepto se suelen englobar todas las dichosas dietas milagro que prometen mucho y no hacen nada (en el mejor de los casos). Pero no todas las dietas son negativas. Un ejemplo es la DASH, del inglés, Dietary Approaches to Stop Hypertension.
Esta dieta fue diseñada por especialistas para casos de hipertensión, con la intención de reducir la presión arterial alta. Por supuesto, esta no es una dieta milagrosa, y no va a solucionar un problema de sobrepeso en una o dos semanas ni sin hacer cambios o con un producto milagro. Pero sí que promete unos beneficios de salud importantes, y los justifica con evidencias.
¿Qué es la dieta DASH?
La Dietary Approaches to Stop Hypertension es fruto de una serie de estudios que comenzaron en 1993 y terminaron en 1997. Los análisis reflejan diversos aspectos nutricionales y dietéticos relacionados con la hipertensión. Los investigadores buscaban evidencias para reducir el peligro de sufrir un problema cardiovascular.
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Como consecuencia, el National Institutes of Health (o NIH), una de las instituciones más importantes en materia de salud tanto en EE.UU. como a nivel mundial, desarrolló un régimen, una dieta destinada a prehipertensos con la intención de controlar la enfermedad potencial.
Esta dieta consiste en controlar los alimentos, aumentando la cantidad de ciertas frutas, verduras y lácteos y reduciendo el contenido en grasas. Su efectividad se ha comprobado en diversas investigaciones. Según los resultados, una restricción y dieta alimenticia bajo los patrones de la dieta DASH permite tener bajo control la tensión arterial de forma eficiente.
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Debido a su perfil dietético, la dieta DASH ofrece varias ventajas para cualquier tipo de persona. De nuevo, insistimos, esta no es una dieta «general», como muchas milagrosas, que se trasladan de una persona a otra sin ningún tipo de consideración. La dieta DASH tiene una serie de consideraciones generales bajo las que hay que confeccionar la dieta en sí, de forma concreta para cada persona.
¿En qué consiste la dieta DASH?
La dieta DASH tiene como base una serie de hábitos y alimentos saludables, fundamentalmente frutas, verduras y productos lácteos bajos en grasa. También incluye grasas en cantidades moderadas y un bajo aporte del tipo saturadas y colesterol.
La dieta DASH vela por un alto contenido en fibra, potasio, calcio y magnesio. Por ello, para confeccionarla se suelen incluir en ella cantidades regulares granos enteros, frutas y verduras, formando la base de la dieta. Otra premisa es su baja disposición de sodio y, muy importante, azúcares refinados.
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Debido a estos planteamientos, la dieta DASH rechaza los alimentos ultraprocesados, debido a las grandes cantidades de sal y azúcar, además de grasas altamente palatables pero de mal contenido nutricional. Otro aspecto importante de la dieta es su alto valor en fitoquímicos, es decir, vegetales con efecto protector antioxidante. Los planes de dieta DASH son ricos en flavonoides, carotenos de todo tipo y fitoesteroles que derivan de los alimentos de origen vegetal, de las legumbres, semillas y de los frutos secos.
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Por su objetivo, la dieta DASH también es baja en grasas saturadas y colesterol. Se considera una gran cantidad de pescado y carne de ave magra como principal fuente de proteínas, así como lácteos desnatados y, en menor medida, carnes rojas magras, evitando, de nuevo, los alimentos ultraprocesados.
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En resumidas cuentas, una dieta DASH se caracteriza por consistir en una alimentación rica en cereales integrales, legumbres, frutas y verduras, con lácteos desnatados y carnes magras, sobre todo de pescados y aves.
La dieta DASH sí está avalada por la ciencia
Como decíamos, al contrario de lo que ocurre con otras mal llamadas dietas, la DASH sí que cuenta con numerosos estudios que avalan su aplicación. De hecho, como explicábamos, su origen procede de dichos estudios, y no al revés. Entre ellos, sabemos que puede frenar y prevenir la hipertensión. También sabemos que puede reducir la aparición de cálculos renales (piedras en el riñón), controlar la diabetes o ayudar con la pérdida de peso, en combinación con algo de ejercicio.
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Otro aspecto interesante de esta dieta es su utilidad para combatir la depresión debido a la importante relación existente entre lo que comemos y nuestro estado anímico y psicológico. Todo esto se debe a que no es una dieta disociada o hiperrestrictiva. En realidad, la dieta DASH sirve para perder peso y mejorar nuestra salud porque promueve una alimentación saludable, a base de alimentos naturales y sanos.
Como siempre, esta dieta no debe utilizarse como si fuera una plantilla, sino que debe servir de base a una dieta personalizada. Cada persona, cada cuerpo, es un mundo distinto. No todo el mundo tiene las mismas necesidades, pero sí que podemos usar las mismas premisas en busca de una vida y una alimentación más saludable.
Fuente: Santiago Campillo
Xataka Ciencia