La pareja, que celebró su boda en la provincia turca de Kilis, en la frontera siria, invitó a 4.000 refugiados a celebrar con ellos
Fue el padre del novio, Ali, quien dio la idea de compartir la boda con los más pobres y necesitados, con la esperanza de que otros siguieran el ejemplo de su hijo y su novia y compartieran su alegría con sus hermanos y hermanas sirios. Dijo que estaba feliz de que la pareja pudiera comenzar sus vidas juntos con esta iniciativa desinteresada. De hecho, los propios novios quisieron servir la comida a los invitados.
La pareja trabajó con una ONG de refugiados, Kimse Yok Mu, y utilizó el dinero que recibieron como regalo de la familia con este fin.
“Me sorprendió cuando mi esposo me contó la idea, pero después de un tiempo estaba muy convencida. Fue una gran experiencia. Estoy encantada de haber tenido la oportunidad de compartir nuestro banquete de bodas con personas que realmente lo necesitan”, aseguró la novia.
El novio dijo que estaba muy satisfecho viendo disfrutar a los demás. “Ver alegría en los ojos de los niños sirios no tiene precio. ¡Comenzamos nuestro viaje hacia la felicidad haciendo felices a los demás y eso es un gran sentimiento!”.
Fuente:Aleteia Líbano
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