Los líderes del G20 prometieron el domingo “no escatimar esfuerzos” para asegurar un acceso equitativo a las vacunas contra el covid-19, según la declaración final de la cumbre, pero con pocas medidas concretas.
Proyección de una “Foto de familia” para la Cumbre anual de Líderes del G20 en el Palacio Salwa, uno de los sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO en Arabia Saudita, en Diriyah, Arabia Saudita, el 20 de noviembre de 2020. – Fayez Nureldine AFP
“ono consensual pero pocas medidas concretas. Así fue la declaración final de los líderes del G20 en la que se comprometieron “no escatimar esfuerzos” para asegurar un acceso equitativo a las vacunas contra la covid-19 tras celebrar esta cumbre virtual.
A medida que la pandemia sigue avanzando en el planeta, con ya más de 57 millones de contagios y 1,3 millones de muertos, los jefes de gobierno optaron por un consenso genérico plasmado en una declaración en la que no mencionaron la cifra de 28.000 millones de dólares, incluyendo 4.200 millones de emergencia, que exigen las organizaciones internacionales para luchar contra la pandemia.
“Afortunadamente se ha creado mucha esperanza entorno a todas estas nuevas vacunas, y la cuestión que se planteara ahora es que debemos velar no sólo porque Europa acceda a ellas, sino que esto sea importante y que haya un acceso justo para el resto de países del mundo”, dijo la canciller alemana Angela Merkel.
El grupo además, subraya “la urgente necesidad de controlar la propagación del virus, clave para sustentar la recuperación económica mundial. En una declaración final cargada de buenos propósitos genéricos, el G20 se compromete a “avanzar en la preparación, la prevención, la detección y la respuesta” a las pandemias globales y a “fortalecer la eficacia general” de instituciones como la Organización Mundial de la Salud.
La cumbre de las 20 mayores economías del mundo se celebró este año por videoconferencia bajo la presidencia de Arabia Saudita, país muy criticado por las organizaciones de defensa de derechos humanos.
El G20 también trató la compleja cuestión de los países pobres, que se está disparando como resultado de la crisis económica provocada por la pandemia.
“Compromiso” con la deuda”
Los líderes del G20 dicen estar “comprometidos a implementar” la llamada Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI), “incluida su extensión hasta junio de 2021”, indica el texto. 29 de los países más favorecidos del mundo están utilizando este mecanismo para permitir a los países pobres endeudados con ellos suspender el pago de los intereses de sus deudas hasta junio de 2021.
Pero mientras que Naciones Unidas esperaba que este plazo se prorrogara hasta finales de 2021, el G20 deja en manos de sus ministros de finanzas el “examen” de esta cuestión el año que viene.
En este sentido el presidente argentino, Alberto Fernández, cuyo país está negociando con el Fondo Monetario Internacional (FMI), aseguró el sábado que tras su “enorme esfuerzo fiscal” Argentina pide “la acción del mundo y los organismos internacionales de crédito”.
Las grandes potencias, que ya han gastado unos 11 billones de dólares para salvar la economía mundial, también dicen estar “decididas a seguir utilizando todos los instrumentos disponibles” para apoyar una recuperación “desigual” y “muy incierta”.
La declaración final usa un tono más consensual que en las últimas cumbres del G20, marcadas por el conflicto por el clima y el comercio, muchas veces por las reticencias de Donald Trump.
En cuanto al medioambiente, las principales potencias reconocen que la lucha contra el cambio climático “se encuentra entre los desafíos más urgentes de nuestro tiempo”.
En este sentido el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se quejó de las críticas a su país por su política medioambiental y presentó un balance en cifras para “repeler ataques injustificados de naciones menos competitivas y menos sostenibles”.
Donald Trump, que había abandonado las rápidamente una reunión el sábado para ir a jugar al golf, aprovechó el discurso del domingo ante sus homólogos para criticar una vez más el Acuerdo de París, que según él “no fue diseñado para salvar el medio ambiente, fue diseñado para matar la economía estadounidense”.
Y en lo que respecta al comercio, tras años de enfrentamiento entre la administración estadounidense de Trump y China, pero también con sus socios europeos, el texto afirma esta vez que “apoyar el sistema multilateral de comercio es ahora más importante que nunca”.
Fuente: Salud 360