Hace más de cien millones de años que las hormigas aprendieron a ‘ordeñar’ a los pulgones para obtener alimento.
Para los humanos, la domesticación de animales para su consumo apareció de manera independiente en distintos lugares del planeta. Su principal objetivo fue el de cubrir las necesidades alimenticias cuando la caza era insuficiente. Como ejemplos, se ha descubierto que los cerdos fueron domesticados en el Oriente Próximo entre 8500 y 8000 aC; las ovejas y cabras, alrededor de 8500 aC., cerca del Creciente Fértil; y los uros (vacas y toros) alrededor de 8500 aC en la Turquía moderna y Pakistán.
Sin embargo, nosotros no fuimos los primeros en practicar la ganadería o el pastoreo. Distintas especies de hormigas ya habían domesticado animales hace cien millones de años. Estos himenópteros se asociaron en mutualismo, es decir una relación en la que ambas especies salen beneficiadas, con los pulgones, para ordeñarlos, literalmente.
Las hormigas usan sus antenas para estimular la secreción de melaza, por parte de los pulgones. Una sustancia viscosa, rica en hidratos de carbono, que resulta ser todo un manjar para las ganaderas. Los pulgones o áfidos la secretan en forma de excedente del alimento que consiguen succionar de la savia, rica en carbono y nitrógeno, procedente del tallo u hojas de las plantas.
¿Pero qué ganan los pulgones con todo esto? Resulta que las hormigas, como buenas pastoras, se encargan de defenderlos frente al ataque de distintos depredadores, como podrían ser las larvas de las mariquitas. Pero su tarea no acaba aquí, las hormigas también ayudan a mudar a los pulgones, retirándoles el exosqueleto; además de dedicarse a repartir a los áfidos recién nacidos por toda la planta: ganadería extensiva en miniatura.
Como era de esperar, después de una interacción de tanto tiempo, la evolución de ambos se ha visto condicionada por la selección natural. Según un estudio de la Universidad de Silesia in Katowice, en Polonia, esta relación simbiótica podría haber modificado el ciclo de vida de algunas especies de pulgón. Un ejemplo sería el de la especie Paracletus cimiciformis, que mientras una de sus dos posibles morfologías mantiene una relación mutualista con las hormigas, la otra, que es muy parecida a las larvas de hormiga, es transportada hasta los hormigueros, dónde se alimenta de las larvas de sus pastoras, en una relación más bien parasítica.
Como curiosidad, más allá de la ganadería, remarcar que también existen hormigas agricultoras. Se trata de las zompopas o cortadoras de hojas, pertenecientes al género Atta sp. Como su nombre indica, estas hormigas se encargan de recortar y recolectar pedacitos de hojas para hacer crecer su cultivo de hongos subterráneo. Estos, a cambio del alimento se encargan de secretar substancias con un alto contenido lipídico, que resultan muy nutritivas para las hormigas. Esta relación simbiótica se originó hace unos 50 millones de años.
Referencias:
Gargantilla, P. (2021, August 29). Las hormigas granjeras fueron los primeros pastores de la historia. abc. https://www.abc.es/ciencia/abci-hormigas-granjeras-fueron-primeros-pastores-historia-202108290058_noticia.html
Fuente: RSSMix.com Mix ID 8156608