La presentación de la iniciativa ha tenido lugar esta mañana en Madrid y en ella han participado representantes de seis de 26 las organizaciones, todos los cuales han puesto el acento en que la gravedad de la situación climática y ecológica exigen una actuación rápida y contundente para evitar los peores escenarios indicados por la ciencia. Para ello, quieren que el nuevo Congreso declare, de manera inmediata, la emergencia climática, y que esta declaración no se quede en un mero símbolo, como en Reino Unido. En palabras de Mario Rodríguez, director ejecutivo de Greenpeace, lo que piden es que esta sea la «legislatura de la emergencia climática».
La petición, que está abierta a la adhesión de nuevas ONGs, se plasmara en diferentes acciones de protesta a lo largo de los próximos días y meses, según señalaron, entre otros, Nicolás Eliades, de Extinction Rebellion Spain, y Manuela Martínez, de Fridays For Future. «Evitar que la temperatura global se eleve por encima de 1,5 °C debe ser una prioridad de la humanidad», dijo Eliades. «Nos están robando el futuro», añadió Manuela Martín. Para revertir la tendencia, Javier Andaluz, de Ecologistas en Acción, explicó que las emisiones deben reducirse a un ritmo anual de al menos un 7%, lo que significa «duplicar o triplicar los recortes previstos por el Ejecutivo».
«Estamos en un punto de inflexión y hay que tomar medidas ya. Un millón de especies están amenazadas por la actividad humana, es decir, la tercera parte de las especies que hay en el planeta», enfatizó Nicolás Eliades. No responder ante esta crisis «supondría la muerte de millones de personas, además de la extinción irreemplazable de especies imprescindibles para la vida en la Tierra, dadas las complejas interrelaciones ecosistémicas», añaden las ONG en el comunicado. Según los científicos del IPCC, quedan 11 años para no sobrepasar ese límite «aceptable» de los 1,5ºC.
Pasos a dar
De acuerdo con las organizaciones, lograr estos objetivos requiere, necesariamente, que los gobiernos digan la verdad acerca de lo urgente que es nuestra situación actual, asumiendo que el primer paso para solucionar un problema es admitir el diagnóstico de la comunidad científica.
Exige, asimismo, compromisos políticos «reales y vinculantes, mucho más ambiciosos que los actuales, con la consiguiente asignación de recursos para hacer frente a esta crisis. «Garantizar reducciones de gases de efecto invernadero anuales superiores al 7 %, así como detener la pérdida de la biodiversidad son la única respuesta posible para evitar un colapso de todos los sistemas naturales, incluido el humano».
Demandan, una vez más, que se abandonen los combustibles fósiles y se apueste por una energía 100 % renovable para reducir a cero las emisiones netas de carbono lo antes posible. Para ello, piden, entre otras cosas, que los gobiernos frenen nuevas infraestructuras fósiles (centrales, exploraciones, grandes puertos, etc.), reduzcan las emisiones del transporte, se reorganice el sistema de producción (agricultura de cercanía, ganadería extensiva…) y se incluya educación. Todo esto debe quedar reflejado en la Ley de Cambio Climático y Transición energética y en el Plan Nacional Integrado de Clima y Energía.
«La justicia y la democracia deben ser pilares fundamentales de todas las medidas que se apliquen», añaden, «por lo que han de crearse los mecanismos adecuados de participación y control por parte de la ciudadanía para abordar las cuestiones sociales difíciles y para formar parte activa de la solución mediante la democratización de los sistemas energéticos, alimentarios, de transporte, etc. En estos procesos se debe garantizar la igualdad de género en la toma de decisiones».
Afirman que adoptar medidas urgentes en todas estas direcciones permitiría «frenar la extinción masiva de especies y acabar con la pérdida de biodiversidad, la especulación financiera de la naturaleza, el extractivismo insostenible y la desmedida mercantilización de las materias primas y las comunes». Otra exigencia de las ONG es dar un giro de 180 grados en las políticas comerciales internacionales, acabando con la firma de tratados de comercio que ahondan la problemática del aumento de gases de efecto invernadero vía incremento del transporte marítimo interoceánico, así como de la aviación civil. «Las medidas de mercado no pueden sustituir la adecuada planificación de la transición ecológica», explican.
Entre los colectivos y organizaciones participantes en la iniciativa se encuentran Amigos de la Tierra, CGT, Climate Reality Project, Ecologistas en Acción, Extinction Rebellion Spain, Fridays For Future, Fundación Vida Sostenible, Greenpeace, ATTAC, Observatorio de la sostenibilidad, Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, Red Ecofeminista, SEO/BirdLife, Unión Sindical Obrera (USO) y WWF España
Fuente: Energias Renovables
