Investigadores de la Universidad de Waterloo descubrieron que incluso si las personas no eran buenas dibujantes, dibujar resultó ser un método más eficaz para ayudar a retener información nueva que escribir notas, ejercicios de visualización o mirar pasivamente las imágenes.
El estudio fue dirigido por Melissa Meade.
Las bondades de dibujar
Los investigadores compararon diferentes tipos de técnicas de memoria para ayudar a la retención de un conjunto de palabras, en un grupo de estudiantes universitarios y un grupo de personas mayores. Los participantes codificarían cada palabra escribiéndola, dibujándola o listando atributos físicos relacionados con cada elemento.
Más tarde, después de realizar cada tarea, se evaluó la memoria. Ambos grupos mostraron una mejor retención cuando utilizaron el dibujo en lugar de escribir para codificar la nueva información, y este efecto fue especialmente grande en los adultos.
Los investigadores creen que el dibujo condujo a una mejor memoria en comparación con otras técnicas de estudio porque incorporaba múltiples formas de representar la información: visual, espacial, verbal, semántica y motora.
La retención de nueva información generalmente disminuye a medida que las personas envejecen, debido al deterioro de las estructuras cerebrales críticas involucradas en la memoria, como el hipocampo y los lóbulos frontales. En contraste, sabemos que las regiones de procesamiento visuoespacial del cerebro, involucradas en la representación de imágenes e imágenes, están casi intactas en el envejecimiento normal y en la demencia. Según Meade:
Nuestros hallazgos tienen implicaciones emocionantes para las intervenciones terapéuticas para ayudar a los pacientes con demencia a conservar recuerdos episódicos valiosos a lo largo de la progresión de su enfermedad.
Fuente: Sergio Parra
Xataka Ciencia