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¿Qué es la Economía circular? ¿Por qué nos beneficia a todos?

La economía circular: descubre qué significa, cómo te beneficia a ti, al medio ambiente y a nuestra economía.

Cada año, la Unión Europea genera una enorme cantidad de residuos, superando los 2.200 millones de toneladas. Consciente de esta problemática, la UE está trabajando en la actualización de su legislación sobre gestión de residuos. El objetivo principal es fomentar un cambio hacia un modelo más sostenible conocido como economía circular.

Pero ¿Qué significa exactamente la economía circular? ¿Y cuáles serían los beneficios?

¿Qué es la economía circular?

La economía circular es un enfoque de producción y consumo que promueve la colaboración, el alquiler, la reutilización, la reparación, la renovación y el reciclaje de materiales y productos existentes durante el mayor tiempo posible. Esto permite prolongar significativamente el ciclo de vida de los productos.

En la práctica, reducir el desperdicio al mínimo implica una gestión eficiente de los materiales. Cuando un producto llega al final de su vida útil, en lugar de desecharlo, se busca mantener sus materiales dentro de la economía mediante el reciclaje. Este proceso permite aprovecharlos nuevamente para crear nuevos productos y generar más valor en lugar de desperdiciarlos.

Estamos presenciando un cambio significativo en el paradigma económico tradicional, que se aleja de un enfoque lineal. Este enfoque convencional se basa en una secuencia de producción, consumo y desperdicio. En contraste, estamos adoptando un modelo más sostenible y consciente que busca reducir el consumo de energía y materiales, al tiempo que fomenta la reutilización y reciclaje.

Dentro de este modelo también se encuentra la obsolescencia programada, que es cuando un producto está diseñado para tener una vida útil limitada con el fin de incentivar a los consumidores a comprarlo nuevamente. El Parlamento Europeo ha solicitado tomar medidas para abordar esta práctica y evitar que perjudique a los consumidores.

Beneficios: ¿por qué necesitamos cambiar a una economía circular?

Para proteger el medio ambiente, es importante fomentar la reutilización y el reciclaje de productos. Estas prácticas ayudan a reducir la extracción de recursos naturales, preservando así el paisaje y el hábitat. Además, contribuyen a limitar la pérdida de biodiversidad en nuestro planeta.

La economía circular ofrece otro beneficio importante: la reducción de las emisiones totales anuales de gases de efecto invernadero. De acuerdo con la Agencia Europea de Medio Ambiente, se ha determinado que los procesos industriales y el uso de productos contribuyen al 9,10% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en la Unión Europea. Por otro lado, la gestión adecuada de residuos representa un 3,32% adicional.

Si se logra crear productos más eficientes y sostenibles desde su concepción, se podría reducir significativamente el consumo de energía y recursos. Esto es crucial, ya que se estima que más del 80% del impacto ambiental de un producto se determina durante la fase de diseño.

Si nos movemos hacia productos que sean más fiables y que puedan ser reutilizados, mejorados y reparados, podríamos reducir significativamente la cantidad de residuos generados. Uno de los problemas en crecimiento es el del embalaje, siendo que en promedio un europeo produce cerca de 180 kilos de residuos de embalaje al año. El objetivo es combatir el exceso de envases y mejorar su diseño para promover la reutilización y el reciclaje.

Reducir la dependencia de las materias primas

Con el crecimiento de la población a nivel mundial, la demanda de materias primas está aumentando. No obstante, es importante tener en cuenta que la disponibilidad de ciertas materias primas es limitada.

La escasez de suministros es un desafío que afecta a algunos países de la Unión Europea, lo que implica que dependen de otros países para obtener sus materias primas. Según Eurostat, aproximadamente la mitad de las materias primas consumidas por la UE son importadas.

Desde 2002, el comercio de materias primas entre la Unión Europea (UE) y el resto del mundo ha experimentado un crecimiento significativo. El valor total del comercio, que incluye tanto las importaciones como las exportaciones, se ha aproximadamente triplicado. Sin embargo, es importante destacar que en este intercambio comercial, las exportaciones de la UE están creciendo a un ritmo más rápido que las importaciones. A pesar de esto, la UE sigue siendo un importador neto de materias primas, es decir, todavía importa más de lo que exporta en esta categoría específica. En 2021, esto resultó en un déficit comercial de 35.500 millones de euros.

El reciclaje de materias primas es una práctica que ayuda a reducir los riesgos relacionados con el suministro. Al reciclar, se disminuye la volatilidad de los precios, se asegura la disponibilidad y se reduce la dependencia de las importaciones. De esta manera, se promueve un enfoque más sostenible y seguro en términos de abastecimiento de materiales.

Esta situación es especialmente relevante cuando se trata de materias primas críticas, las cuales son indispensables para la fabricación de tecnologías que desempeñan un papel fundamental en el logro de los objetivos climáticos, como las baterías y los motores eléctricos.

Crear empleos y ahorrar dinero a los consumidores

Avanzar hacia una economía más circular conlleva numerosos beneficios. Además de aumentar la competitividad, también estimula la innovación, impulsa el crecimiento económico y crea empleo. Se estima que solo en la Unión Europea se podrían generar hasta 700.000 puestos de trabajo para el año 2030. Este enfoque hacia una economía sostenible promueve un desarrollo equilibrado y rentable para todos los sectores involucrados.

Rediseñar materiales y productos para uso circular también impulsaría la innovación en diferentes sectores de la economía.

Gracias a los avances en la innovación y la durabilidad de los productos, los consumidores ahora pueden disfrutar de productos más duraderos e innovadores que mejoran su calidad de vida. Estos productos también les permiten ahorrar dinero a largo plazo, ya que no tendrán que reemplazarlos frecuentemente.

¿Qué está haciendo la UE para convertirse en una economía circular?

En marzo de 2020, la Comisión Europea introdujo el plan de acción para la economía circular. Este plan tiene como meta fomentar un diseño más sostenible de los productos, disminuir la generación de residuos y dar mayor poder a los consumidores. Un ejemplo concreto es la creación del derecho a reparar, que busca garantizar que los productos sean reparables en lugar de ser desechados fácilmente. Se presta especial atención a sectores intensivos en recursos, como la electrónica y las TIC, los plásticos, los textiles y la construcción.

En febrero de 2021, el Parlamento tomó una importante decisión al aprobar una resolución sobre el nuevo plan de acción de economía circular. Esta resolución exige la implementación de medidas adicionales para lograr una economía totalmente circular y sostenible para el medio ambiente. Uno de los objetivos principales es eliminar las emisiones tóxicas y lograr la neutralidad en carbono para el año 2050, incluidas normas de reciclaje más estrictas y objetivos vinculantes para el uso de materiales y consumo para 2030.

En marzo de 2022, la Comisión ha lanzado el primer conjunto de medidas con el objetivo de acelerar la transición hacia una economía circular. Las propuestas abarcan diversas iniciativas para promover productos sostenibles, empoderar a los consumidores en su transición hacia prácticas más ecológicas, revisar las regulaciones en torno a los productos de construcción y establecer una estrategia integral sobre textiles sostenibles.

En noviembre de 2022, la Comisión propuso nuevas normas sobre envases a nivel de la UE. El propósito de esta iniciativa es disminuir la cantidad de residuos generados por los envases y mejorar su diseño. Una forma de lograrlo es a través de un etiquetado claro que fomente la reutilización y el reciclaje. Además, se busca una transición hacia el uso de plásticos de origen biológico, los cuales son biodegradables y compostables.

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Fuente:
Redaccion EcoPortal
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