Las empresas están dándose cuenta de que la clave de su éxito pasa por fomentar una cultura que dé prioridad al bienestar mental, físico y emocional de la plantilla.
«No debemos valorar ni alabar que las personas se queden trabajando hasta altas horas de la madrugada, porque eso no es beneficioso ni para ellas ni para la empresa. No es un modelo sostenible.»