Comer sandía es uno de los placeres que tare el verano si de frutas se tarta. Sin embargo, a menudo se come de la manera equivocada, descartando lo más importante de su contenido.
Comer sandía en verano, es parte de la dieta que generalmente se elige para los día de mucho calor. Sin embargo se descarta la parte que contiene gran cantidad de vitaminas y minerales.
Usualmente se consume el centro de la fruta y se tiran las semillas y la corteza. Según la empresa alemana Verbraucherzentrale Bayern, es ahí donde se esconden sus mejores nutrientes.
Se la usa como parte de las dietas ya que 100 gramos de sandía tiene solo 40 calorías.
¿Qué esconde la corteza blanca de la sandía?
Cuanto más madura es la fruta, más pequeña es la corteza blanca. Como su sabor no es tan dulce como el de la “carne” roja, sse suele descartar.
Sin embargo, “es comestible y contiene sustancias de enorme valor nutricional, como las vitaminas C y B6″.
Susanne Moritz, de Verbraucherzentrale Bayern, es experta en nutrición y recomienda que esta corteza blanca se corte en dados para acompañar ensaladas o se machaque y se consuma como parte de un batido.
Otra manera de comerla es, por ejemplo, hirviendo la pulpa.
Además posee citrulina, un aminoácido que debe su nombre al nombre botánico de la sandía (Citrullus vulgaris).
También se encuentra en el borde de la sandía y funciona como una viagra natural, según demostró un estudio estadounidense.
Además es muy buena para la circulación sanguínea, por lo que este aminoácido goza de gran popularidad entre los físico culturistas al ser el mejor alimento para reforzar los músculos durante el post-entrenamiento.
Semillas, fuente de vitaminas y minerales
La gente las descarta pero también son comestibles. Se deben cortar antes de su consumo: “Si se ingieren las semillas enteras, el cuerpo no puede absorber las vitaminas y minerales que contienen”, explicó Susanne Moritz.
La experta aconseja masticarlas o tostarlas en una bandeja de horno. De esta manera, son el complemento perfecto para tus ensaladas, sopas y batidos.
Un estudio asegura que las frutas ayudan a prevenir los ataques cardíacos
Fuente: Salud 360