El manto de la Tierra es una enorme capa de roca que se mueve lentamente que se encuentra debajo de nuestra superficie. Esta circulación de rocas ha moldeado literalmente el mundo en que vivimos hoy, desde nuestras islas y continentes hasta nuestras cadenas montañosas.
Para conocer cómo ha evolucionado nuestro mundo, pues, necesitamos tener algo más que una foto fija: en vez de una imagen estática en 3D, es necearia una imagen en movimiento que nos permita saber cómo ha evolucionado y, eventualmente, cómo evolucionará.
4D
Un equipo de nueve universidades, lideradas por la Universidad de Cardiff, se ha propuesto crear los primeros mapas 4-D del manto de la Tierra combinando tecnología de vanguardia con la última informática de alto rendimiento. La cuarta dimensión es el tiempo.
Los paquetes de trabajo del proyecto combina topografía dinámica, geoquímica, petrología y geomagnetismo.
La tectónica de placas pudo haberse puesto en marcha gracias al impacto de meteoritos
Así podremos conocer la temperatura, la densidad y la velocidad del manto durante un período de millone de años. Tal y como explica investigador principal del proyecto, Huw Davies, de la Universidad de Cardiff:
Al combinar toda esta información, tendremos una comprensión mucho más clara de cómo funciona nuestro planeta. Las visualizaciones 4-D que producirá el proyecto serán de gran interés para una amplia variedad de áreas e industrias de investigación, desde la exploración de recursos minerales hasta la comprensión de cómo los eventos a gran escala en el pasado moldearon nuestro clima y, por lo tanto, apuntalan predicciones más sólidas del cambio climático futuro.
Nuestras playas y mucha de nuestra tecnología tuvieron un mismo creador: la tectónica de placas
Como parte del estudio, el equipo tendrá acceso por primera vez a un registro de movimiento de placas de los últimos mil millones de años de la historia de la Tierra.
Estos datos se combinarán con imágenes sísmicas de terremotos que han sucedido en el pasado y que están ocurriendo actualmente, que proporcionarán información sobre la velocidad a la que las ondas sísmicas se mueven a través del manto.
Fuente: Sergio Parra
Xataka Ciencia