Existe amplia evidencia del éxito terapéutico del uso de cannabinoides para indicaciones como la epilepsia o la terapia del dolor, no solo como adyuvante sino como terapia de primera línea.
Sin embargo, todavía hay datos insuficientes para desarrollar medicamentos seguros basados en cannabinoides, razón por la cual un grupo de investigación dirigido por el neurobiólogo Tibor Harkany, de la División de Neurociencias Moleculares de MedUni Vienna, acaba de publicar un estudio en Science al respecto.
Fenómeno contradictorio
Tibor Harkany, neurobiólogo y jefe de la División de Neurociencias Moleculares del Centro de Investigación del Cerebro de MedUni Viena, señala un fenómeno contradictorio:
El cannabis afecta el recuento de espermatozoides en tanto en los consumidores como en sus hijos (de ratones)
Sabemos que el cannabis podría usarse para muchas enfermedades y, hasta cierto punto, también sabemos cómo funciona. Pero el hecho de que haya tantos productos en el mercado también da la impresión de que ayuda en todo y en nada. Pero, de hecho, el cannabis no es una planta milagrosa, tiene usos muy concretos y necesitamos urgentemente una serie de científicos, ensayos clínicos basados en evidencias sobre este tema.
Los efectos clínicos de los medicamentos a base de cannabis se deben principalmente a la activación de los receptores de cannabinoides endógenos CB1 y CB2. Las sustancias más abundantes de la planta de cannabis son el delta-9-tetrahidridrocannabiol (THC) y el cannabidiol (CBD), este último no tiene efectos psicoactivos. Desde observaciones anecdóticas hasta ahora incluso ensayos clínicos internacionales, se han atribuido al CBD efectos analgésicos, ansiolíticos, antiepilépticos, antipsicóticos, sedantes y neuroprotectores. Actualmente, el CBD está aprobado en algunos países para el tratamiento de la epilepsia refractaria y la parálisis espástica.
El trastorno por consumo de cannabis puede estar relacionado con un número creciente de ataques cardíacos en adultos jóvenes
En Austria, el fármaco que contiene CBD Sativex está aprobado para el tratamiento de la esclerosis múltiple y los espasmos y Epidiolex está aprobado para el tratamiento de ciertas formas genéticas de epilepsia. El dronabinol también se administra como medicación complementaria para el dolor crónico y en el tratamiento del cáncer.
El psiquiatra Siegfried Kasper, jefe emérito del Departamento de Psiquiatría y Psicoterapia de MedUni Vienna, que tiene una amplia experiencia en estudios clínicos de este tipo y colabora con Harkany en varios proyectos en interés de la investigación traslacional, ha señalado:
Es muy importante tanto para la universidad del sector y las empresas farmacéuticas para iniciar estudios básicos y traslacionales que nos permitan comprender mejor los efectos específicos de los cannabinoides. Habría un gran futuro si pudiéramos estandarizar las formas de aplicación de los componentes del cannabis y luego realizar investigaciones con extractos estandarizados en ensayos clínicos.
Fuente: Sergio Parra
Xataka Ciencia