
Estando un anciano dado a la tarea de plantar un pequeño manzano
con movimientos dificultosos y lentos, un vecino que lo observó en
la pesada labor le comentó: «Abuelo, no se esfuerce tanto; está
usted trabajando mucho para plantar un árbol cuyas frutas
seguramente no va a comer».
El aludido se enderezó laboriosamente, y observando con mucha calma
a su interlocutor, le dijo: «Yo he comido muchas manzanas que no
cultivé y quiero que otros coman del árbol que yo estoy plantando».
FUENTE: RBN

