Se trata de una técnica conocida como biosorción, mediante la cual lograron bajar las concentraciones de zinc en efluentes industriales.
Investigadores de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) aplicaron la técnica de biosorción, que consiste en el uso microalgas, para sanear efluentes de procedencia industrial que se encontraban contaminados con metales pesados en la Cuenca Matanza-Riachuelo —una de las cinco cuencas más tóxicas del mundo.
Mediante la utilización de biomasa de microalgas capaces de reducir las concentraciones de zinc presentes en efluentes industriales, llevándolas a los niveles permitidos por los entes reguladores (ACUMAR y ADA), los científicos probaron exitosamente una técnica novedosa que esperan trasladar a otros sitios contaminados. Teniendo en cuenta que en esta zona viven 5 millones de habitantes, expuestos a una problemática que impacta sobre su salud y calidad de vida, es una noticia para celebrar.
Fuente: Noticias Ambientales.
Fuente: Belén Yarde Buller
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