Las técnicas de estudio son herramientas o estrategias que facilitan el proceso de aprendizaje. Buscan que el estudiante amplíe su capacidad para retener información, mejorando su concentración y motivación para continuar aprendiendo y estudiando.
La utilización de las técnicas de estudio son muy recomendables, cualquiera sea el área o el nivel de estudio, desde la educación primaria, secundaria y hasta para la universitaria. Si bien son de gran ayuda, los especialistas en la materia afirman que las técnicas o métodos de estudio requieren de una actitud activa, donde quien estudia asuma el protagonismo y supere la pasividad.
Existen diversas y variadas metodologías de estudio que afrontan el proceso de aprendizaje desde perspectivas diferentes. Pero, no todas las técnicas de estudio son iguales, y no todas resultan igualmente útiles a todos los estudiantes. Por eso, para saber qué técnica de estudio nos funciona mejor, se recomienda ponerlas en práctica y evaluar cuales pueden ser útiles y cuáles no.
Las 7 mejores técnicas de estudio
- El método de estudio Pomodoro consiste en dividir el tiempo de estudio entre períodos de atención y descansos. Se basa en fraccionar el tiempo de estudio en bloques de 20 a 30 minutos de intensa actividad, que deberán ir alternándose con pequeños descansos de 5 minutos. Cada cuatro bloques de estudio o pomodoros, se debe tomar un descanso mayor, de unos 20 a 30 minutos, y luego se vuelve a empezar.
- El mapa mental se utiliza para sintetizar información, y consiste en un diagrama que se utiliza para representar ideas, palabras, dibujos, imágenes, entre otros elementos que se relacionan a una idea o concepto principal. Este mapa es muy visual, por lo que con un solo vistazo al mismo, el estudiante va a obtener mucha cantidad de información sobre un tema concreto y sabrá cómo se relaciona toda esa información.
- El resumen permite que todo el contenido que la persona tenga que estudiar, se convierta en un escrito más corto en el que esté incluido la información más importante. De esta forma, se descarta todo el contenido que no sea esencial para la comprensión de la idea principal. Para hacer un resumen, es necesario leer y comprender todo el texto original, luego separar la información en ideas principales y secundarias.
- El cuadro comparativo permite realizar una comparación entre dos o más elementos de manera gráfica y organizada. De esta forma, es posible vincular ambos conceptos y definir sus principales similitudes, diferencias y características. Además, ofrece una lectura muy ordenada en la que se exponen con claridad los puntos que se desea comparar y al clasificar la información de esta manera, resulta mucho más sencillo retenerla y llegar a una conclusión con respecto a la misma.
- La autoevaluación consiste en realizarse un examen a uno mismo para determinar qué tanto se sabe sobre el tema que se aprende. Esta tiene que tener preguntas desafiantes que estimulen a la mente.
- Las flashcards o tarjetas de estudio poseen, en una de sus caras, un concepto o una pregunta relacionada al tema, y en la otra está la explicación desarrollada. De esta manera, permiten repasar y memorizar el contenido que se estudia de manera didáctica.
- Las reglas mnemotécnicas, por su parte, nos ayudan a memorizar ciertos datos o información que, de otra manera, olvidaríamos fácilmente. Esta técnica nos permite memorizar asociando conceptos, lo que logra que podamos recordar gran cantidad de datos con menos esfuerzo.
Fuente: Redacción LAVOZ
La Voz