domingo, mayo 5, 2024

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Columna de Norberto Bruno Worobeizyk – Hábitos alimenticios

Quien es Norberto Bruno Worobeizyk?

Es un Trihatleta activo actualmente no competitivo, ex subcampeón argentino en su categoría, con 75 años de edad cronológicos, pero según él con 30 años de edad biológicos, o dicho de otra manera, con 18 años de edad,  pero con 57 años de experiencias.
Fue atropellado por un borracho y quedó temporalmente cuadripléjico.
Actualmente está enfocado en morirse sano y joven lo más tarde posible.
Columnista y corresponsal de RBN.

Mi nombre es Norberto Bruno Worobeizyk, tengo18 años de edad y 55 de experiencia.

Mi edad cronológica es de 75 años, pero mi edad biológica y mental, me atrevo a manifestar, que es de 28 años.

Mi idea es morir sano y joven lo más tarde posible.

Tengo tantos proyectos y metas a realizar, que no tengo tiempo para morirme.

Me considero un gladiador en las arenas de la vida

Trabajo cómo  consultor en Comercio Exterior.
Triatleta del cuerpo y de la mente,  ex sub-campeón argentino de triatlón, en mi categoría.

Tengo la suerte y el honor, de pertenecer al legendario grupo de los Dinosaurios, los primeros y únicos en participar en el  primer triatlón, que se realizó en la Argentina, en la ciudad de Mar del Plata, en condiciones extremas.

Guardavidas, maratonista, realicé el curso de primeros auxilios en  la Cruz Roja Argentina, kayaquista, entrenador de wind-surf, skí acuático, remero, instructor de  arquería, personal trainer, etc,etc.
Un  auténtico deportista, con una filosofía y calidad de vida equilibrada, dedicada al deporte, intentando ayudar al prójimo, en lo que estuviera a mi alcance.

Quiero tu opinión acerca de la nota, envíala a   hola@reddebuenasnoticias.com y te contestare. También estoy disponible para quienes quieran intercambiar ideas, hacer  comentarios, preguntas, dudas, etc.  Woro92001@yahoo.com.ar

Hola Estimados lectores y lectoras.

Habitualmente cada vez que me cruzo con alguna interesante poco difundida noticia, como en ésta oportunidad, referente a inusuales hábitos alimenticios, que coincidentemente los incluyo diariamente en mi alimentación con excelentes resultados positivos, decido compartirlo con ustedes, siempre con la intención de informar y no con la intención de decirle a nadie como se debe alimentar.

En ésta ocasión la propuesta consiste en comer al revés, es decir, cambiar de orden los platos del menú: primero postre, después un plato de proteínas y, para finalizar, una ensalada.

Por supuesto que los platos sugeridos subsiguientes son a elección siempre dentro de lo natural.

A la hora de decidirse por un cambio de paradigmas en lo que respecta a malos hábitos alimenticios, sugiero no hacer ningún tipo de dieta ya que a mi entender es solo un negociado más.

 Hay personas que pueden tomar el ejemplo de celebridades, famosos o deportistas antes que acudir a un nutricionista. Por eso, se popularizan dietas de todo tipo, algunas centradas en un alimento, otras excluyentes de ciertos tipos de nutrientes y también las hay que alteran el orden de las comidas que componen el menú.

Por supuesto la prueba y error en cada caso determinará el camino a seguir.

Según señalan muchos medios especializados y algunos deportistas graduados en educación física y nutrición que decidieron exitosamente, experimentar esta dieta conocida como ‘dieta invertida’ que básicamente, consiste en comer al revés, es decir, cambiar de orden los platos del menú: 

 Según mi propia experiencia y la de muchos otros, este método mejora la quema de grasa y es mejor para la digestión. En este plan nutricional tampoco se incluye lactosa, alimentos ultra procesados o harina de trigo. Un ejemplo entre tantos otros, de una de las comidas sería empezar con un

brownie hecho de cacao, después una fuente de hidratos de carbono como el arroz y algo de carne o pescado, para aportar proteínas. Para acabar, una ensalada repleta de micronutrientes para obtener las cantidades de vitaminas y minerales necesarios.

Ahora veamos que dice la evidencia científica sobre este tipo de alimentación. Algunas investigaciones señalan que incluir al principio de la comida alimentos fibrosos reduce la glucemia postprandial, es decir, el pico de azúcar en sangre.

Esto sería positivo para la digestión y de cara a reducir el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Sin embargo, algunos nutricionistas consultados señalan que no existe una base científica muy sólida que respalde que esta metodología tenga realmente beneficios, aunque hay algunos matices.

«Es algo cultural. En otras gastronomías se ingieren entrantes dulces o se utilizan entre platos para cambiar los sabores del paladar».

 Al parecer, el único efecto que podría tener este cambio es el de saciarte, pero depende del postre, claro. «Ingerir unos frutos secos o algo de fruta media hora antes de la comida sacia lo suficiente como para no pasarse con las cantidades durante la comida».

De hecho, la costumbre de tomar el postre al final es heredada de Roma, según explica Borja Sacristán, historiador. «En la época de los grandes emperadores romanos, había costumbre de tomar frutas, panes con levadura y miel, tras las comidas».

Un estudio de 2019 editado por la American Psychological Association reveló que, cuando los comensales elegían de antemano el postre con el que iban a terminar la comida, elegían platos más saludables. Es decir, que, escogiendo en primer lugar el postre, se ingiera antes o después, es más probable decidirse por un plato principal más sano y menos graso.

Un asunto mental

Durante la investigación, colocaron dos opciones de postre, una tarta de queso o fruta fresca. Después, descubrieron que los comensales que escogieron la tarta de queso se decantaban por opciones más saludables para el resto de la comida, en comparación a los que escogieron de postre la fruta.

Asimismo, replicaron el experimento, pero colocando el postre y la elección del resto del menú al mismo tiempo. No se observó el mismo resultado, por lo que este ejemplo casaría con la teoría de  que quién comienza por un brownie en vez de por una pieza de fruta, después continúa con alimentos saludables.

Según los autores, esto se puede deber a que un postre dulce se asocia con un capricho que luego hay que compensar con platos saludables. Sin embargo, un postre como una pieza de fruta podría interpretarse como una carta blanca o un sacrificio suficiente como para escoger después los platos más calóricos o menos sanos.

«De acuerdo a esta evidencia, escoger el postre primero o, incluso, tomarlo en primer lugar puede promover la sensación de saciedad y, además, podría marcar y determinar la elección de plato posterior, haciendo que se ingiera menos cantidad y más saludable».

Un cálido abrazo

Norberto

Norberto B. Worobeizyk

woro92001@yahoo.com.ar

Fuente: Norberto Bruno Worobeizyk    –    Corresponsal de RBN

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