A veces, no podemos hacer todo el trabajo solos y está bien pedir ayuda a los compañeros, u ofrecerla. Tres claves básicas.
El trabajo en equipo suele formar parte de la dinámica de muchas profesiones. Pero ¿a quién no le ha sucedido de tener un mal día -o incluso varios? A veces, no podemos hacer nuestras tareas y está bien pedir ayuda a los compañeros y ofrecerla si creemos que otros la necesitan.
En este último caso hay tres claves a seguir para mejorar la productividad. Los consejos de Art Markman, profesor de psicología y marketing de la Universidad de Texas, son estos:
1. Acercate y hablá
Cuando notás que un compañero está distraído, podés acercarte a hablar. Preferentemente en privado, fuera de la oficina. Simplemente podés señalarle que notás que hay algo que lo tiene nervioso y que estás ahí si quiere hablar al respecto. Si finalmente no quiere hacerlo, no hay problema. El sólo hecho de ofrecerse puede hacer la diferencia. A veces lo único que necesita una persona es ver que sus compañeros también se preocupan por ella.
2. No está solo
Cuando un colega está pasando por un mal momento (personal o laboral) suele creer que no le pasa a nadie más. Sin embargo, suele ser un pensamiento alejado de la realidad. Es importante señalarle esto a tu compañero ya que todos tenemos altos y bajos en el trabajo y tiene solución.
Muchas veces se genera una comparación social que crea la falsa idea de que las personas que te rodean son mucho mejores que vos. Este pensamiento negativo puede hacer disminuir la confianza en uno mismo y la productividad.
Por eso, recordar que todos somos seres humanos imperfectos ayuda a poner los problemas en perspectiva y así solucionarlos más rápido.
3. Plan de acción
Luego de hablar con tu colega, el siguiente paso es ver qué se puede hacer para mejorar y para ello es necesario saber qué está fallando.
Lo más común es que esta persona se vea superada por la carga de trabajo, con proyectos tan grandes que no sabe por dónde empezar. Entonces, como buenos compañeros hay que ayudar a ir paso a paso y dividir ese gran proyecto en pequeñas partes para que sea más fácil de llevar.
Otra opción, que no es la más común, puede ser que el colega no encaje en ese puesto o con la forma de trabajar de la empresa en general. Si ese es el caso, lo que se puede hacer es ayudar al compañero a tomar una decisión sobre su futuro y ver qué otras opciones tiene fuera de la empresa, sin presionar.
Fuente: fmerlino
Salud 360